-Mátame, vamos sé que quieres hacerlo… adelante, ¿qué te lo
impide?
Aquella chica estaba de nuevo frente a mí; una chica joven,
su voz sonaba convencida de lo que me pedía. ¿Matarla? ¿Qué clase de sueño era
ese…? Pero yo estaba allí, apuntándola con una pistola.
El lugar era irreconocible, simplemente un lugar oscuro,
ella y yo apuntándole con un arma que no sabía ni de dónde había salido.
-Venga, sabes que deseas hacerlo, ¡mátame!
................................................
El despertador me sacó de aquella pesadilla. Su chirriante
sonido a las 7 de la mañana fue una salvación y una tortura, por fin había
despertado de aquella maldita pesadilla sin sentido, por otra parte me sentía
tan absolutamente destrozado y cansado que hubiera preferido no despertar.
Soy oficinista en una empresa cualquiera, estoy soltero, no
tengo mujer ni hijos, alguna vez tuve una relación pero nunca nada serio. Tengo
32 años y vivo para mí trabajo. No es que me ocupe mucho tiempo, pero, puede
decirse que soy el tipo de persona que vive el día a día y no piensa en mucho
más.
Esa misma pesadilla me seguía desde hacía unos meses. No
sabía por qué, ni quién era, simplemente esa chica me ordenaba que la matase; y
en el momento en el que me dejaba llevar por su petición el despertador
anunciaba el final de mi sueño. Siempre igual. Por esta razón pensé que sería
mejor sacar información de la muchacha hasta que, el fin de semana, sin
preocuparme por el despertador pondría fin a aquella pesadilla de una vez y
respetar el “ruego” de la muchacha.
No sabía si ella me pedía asustada o con total conocimiento
aquella acción, pero me lo pedía convencida de que era yo quién debía matarla,
sólo yo. No podía reconocer a la chica, sólo veía una figura femenina, con un
color de piel claro y el cabello oscuro, su rostro estaba totalmente oculto por
el flequillo e iba vestida con un camisón blanco y fino. Ella era la culpable
de que me despertara tan cansado y extraño por las mañanas, ella me agotaba.
Era la presión que sufría durante el sueño: sentía que la
buscaba y que sostenía la pistola totalmente rígida apuntando a su entrecejo,
un disparo simple y sencillo; rápido. Si ese era su deseo… yo… ¿Qué estaba
pensando? A fin de cuentas era sólo un maldito sueño, pero muy agotador y real.
Entre cabezadas de sueño en el trabajo y las largas y
cansadas noches con esa pesadilla al fin llegó el viernes por la noche, por fin
podría dormir tranquilamente. Apagué el despertador y enseguida me quedé
dormido…
-Mátame, rápido, mátame. ¿A qué esperas? ¡HAZLO! ¿Vas a
dudar ahora? Durante meses has deseado esto, ¿qué quieres, qué esperas?
-Eres sólo una niña- Era la primera vez que era consiente de
que hablaba en el sueño.
-La edad no importa si has cometido un error, si deseas
algo, si quieres hacer algo, simplemente tú te interpones en medio de ello.
-¿Estás segura de esto?
-¿Estás dudando? Llevo pidiéndotelo desde hace meses, no
puedes traicionarme ahora, sé que tú puedes hacerlo. Mátame.
Al contrario que las otras noches, esta vez el despertador
no sonó. Pude acabar tranquilo con aquel cometido. Ciertamente no sentí nada
extraño, simplemente la oscuridad tapó rápidamente el cuerpo y la sangre y poco
después desperté. Eran las 10 de la mañana. Seguía cansado pero sentía que me
había quitado… “un muerto de encima” literalmente.
Me arreglé y desayuné para dar un paseo, me sentía un hombre
completamente nuevo, libre y vivo. Mientras paseaba bajo el sol radiante me
paré delante de una casa en la que había una ambulancia y un par de coches
patrulla.
-No se sabe si fue un asesinato o un suicidio…
-Pobre chica…
-Sí, y pensar que iba a la clase de mi sobrina, mira ya
salen.
Me quedé quieto observando aquella escena tan desagradable.
Que mal comiendo de mi día de hombre nuevo…
-Mira ahí sale…
Conseguí ver una foto de algunas de las personas que estaban
allí y que habían sido llamadas para reconocer a la víctima; no parecía haber
ningún padre ni familiar en la escena. Cuando me fijé por curiosidad en la
foto… Mi mente se aclaró, la oscuridad desapareció de mi pesadilla; era esa
chica. La joven que me pedía matarla…
O.O joder con el sueño, mas bien tenia sonambulismo, me gusto mucho y me quede en chok con el final, yo soy el tío y me largo a otro país jajajaja.
ResponderEliminarMejor frase de la historia: "Seguía cansado pero sentía que me había quitado… “un muerto de encima” literalmente."
Jajajaja anda que no me he reído un buen rato ^^
Muy buena, tal y como esperaba de la mejor sensei.
Muchas gracias!!! ^^
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