13 de octubre de 2011

Una enfermedad no nos separará 3ª Parte ( Yaoi )




    Dan se levantó del suelo, y le dijo sin poder esconder una pequeña sonrisa, por la situación que se encontraba su compañero – ya puedes abrir los ojos, y no te pongas tan rojo – Rikimaru abrió los ojos y se encontró la mirada de Dan la cual intento evitar lo mas rápido posible, mirando al suelo y con una cara bastante roja, - como quieras que no me ponga rojo si me has bajado “ eso “ - Dan con una sonrisa le dijo con intención de ponerlo mas nervioso aún, - te refieres a los pantalones?...¡ por dios mirame !, no te creía tan tímido – Rikimaru lo miro a la cara tal y como le había dicho Dan, - no es timidez solo es que nadie me había tocado allí abajo nunca en la vida, y no pensaba que fuera un chico el primero en hacerlo, - Dan lo observo unos instantes y se veía de una legua que Rikimaru lo estaba pasando mal con esa charla, - tranquilo no lo volveré a hacer, ademas solo somos amigos o ¿ no ? - Dan le hizo esa pregunta deseando que Rikimaru le dijera aquellas palabras que tan desesperado tenia ganas de oír...quería oír como Rikimaru le decía que le quería, - ¡ Si claro solo somos amigos !...ademas yo no soy homosexual, ¡ por dios no quiero imaginarme lo que diría la gente !


Esas palabras decepcionaron a ambos, Dan no pudo escuchar aquellas palabras que tanto deseaba, y Rikimaru no hacia mas que lamentarse mentalmente por no haber sido lo suficientemente valiente para decirle a Dan...( ¡ Un chico ! )...lo que sentía por él.


    ( Rikimaru eres un maldito estúpido...¡ díselo de una vez ! no lo mires si no quieres pero dile que te gusta...vamos...¡ Vamos ! )- por mucho que Rikimaru se moría de ganas de hacerlo, el miedo a ser rechazado por el único que ahora le importaba en esta vida, y que eso le haga una herida en el alma tan profunda que no pueda soportarlo y mucho peor que aquella amistad que había nacido entre los dos se rompiera, se lo impedían.

    Por cierto como te has hecho ese enorme moratón? - le pregunto Dan para cambiar de tema, ya que hacia unos minutos que los dos se habían quedado en silencio, y mirándose el uno con el otro por el rabillo del ojo.

    Prometeme que si te lo cuento no te vas a poner a llorar?...es una cosa que ya a pasado, y no tenemos porque darle vueltas al asunto – mirando a Dan con preocupación y atención de haber si captaba el menor cambio en el rostro de este con señales de tristeza o algo parecido a ese sentimiento.

    Te lo prometo – contesto Dan con una sonrisa.

    El profesor se ve que llamo a mi casa por lo de haberme ido fuera de clase, y bueno cuando llegue mi padrastro...bueno ya sabes nos peleamos, el me pego yo se la devolví, y bueno por mucha rabia que me de, el me gano dándome un rodillazo en la pierna...ya sé...soy un flojo y te parecerá ridículo que haya perdido con un solo rodillazo, pero no se me da bien la pelea...no soy fuerte por mucho que quiera.

    Dan que estaba observando como su compañero empezaba a menospreciarse, lo agarro por los hombros y lo empujo de espaldas contra la pared del Instituto,- ¡ Oye no empieces !- Le advirtió Dan con una mirada seria,- tu no hiciste el ridículo...ademas te gana el doble en edad, y no vuelvas a decir que no eres fuerte...puede que no tengas mucha fuerza física, pero tienes muy buenas intenciones aquí dentro – poniendo su palma de la mano fuertemente al pecho de su compañero,- y eres muy fuerte y sabes muy bien que yo lo se, las cosas por las que hemos pasado los dos en el pasado y por las que pasamos...no todos son capaces de soportarlo.

    Rikimaru había quedado sorprendido lo cerca que estaban sus caras, y lo furioso que se había puesto su compañero por oírle decir cosas malas sobre mi mismo, y sin que pudiera controlar su impulso, se empezó a reír, lo cual sorprendió a Dan y este se separo un poco de Rikimaru para que pudiera correr un poco el aire, y le pregunto también con una sonrisa – A que viene esa risa cuando se supone que te estoy regañando?...jejeje.

    Jajajaja...Perdona, pero es que me a dado gracia que te hayas enfadado por que me haya insultado a mi mismo, sin que tenga nada que ver contigo...jajaja, te agradezco este afecto de cariño hacia mi- Dan se había puesto rojo por la explicación de Rikimaru...¡ es verdad !, porque se había puesto tan furioso al oír esas palabras tan feas que se decía su propio amigo a si mismo?...seria lo que estaba diciendo su compañero hace un momento?,...sentía cariño por Rikimaru?...en el momento en que esos pensamientos pasaron por su cabeza no pudo evitar que los colores se le subieran a la cabeza, y este para que Rikimaru no se diera cuenta de ello, le dio la espalda y llamándole- ¡ Baka ! - pero la reacción por parte del otro fue totalmente diferente a cualquier respuesta esperada, y puso las manos en los hombros de Dan, y le planto un beso en la mejilla, - Gracias.

    Pero que haces?!- le pregunto Dan, inquieto y sin poder evitar mirar hacia todos los lados para asegurarse de que nadie había visto esa reacción de Rikimaru,- Tranquilo no nos vera nadie- le contesto con una sonrisa, y lanzando-le una mirada de como decir << te sientes incomodo?,... eso es lo que me has hecho pasar tu hace un momento >>

    Esa respuesta, esa mirada, y esa sonrisa de su compañero le hicieron ponerse mas rojo de lo que ya estaba, y otro silencio entre los dos se hizo presente...hasta que un ruido proveniente del estomago de Rikimaru hizo estallar una pequeña risa de Dan- es que no has desayunado?- le pregunto, - no...se me olvido, debe ser la costumbre- contestando a la pregunta de su amigo con una sonrisa- y supongo que tampoco habrás traído merienda?,- quitándose la mochila de la espalda y empezando a buscar en ella, y Rikimaru se sonrojo a la pregunta...bastando esa simple reacción para dar a entender a Dan que así era.

    Toma – le dijo Dan ofreciendo a su camarada un pequeño recipiente de plástico, esté sin esperarse ese regalo, con una gran inseguridad dentro, y una cara de preocupación le pregunto – estas seguro?...y tu que vas a comer?- Dan al darse cuenta de que su amigo estaba dudando sobre si era correcto o no de aceptar esa comida, sonrió y le dijo con una voz bastante tierna- tranquilo la hice para ti, me imaginaba de que no traerías nada para merendar, y...bueno ya sabes quise hacerte este detalle...espero que te gusten- finalizando así aquella respuesta que había hecho acelerar el corazón de Dan y algún pequeño temblor en las manos que desapareció en el momento en que Rikimaru le dijo también con una voz bastante tierna, - muchas gracias- cogiendo aquella comida de las manos de Dan que sin querer las dos manos de ambos se tocaron y los dos se sonrojaron, sin mirarse el uno al otro.

    Dan sustrajo de su mochila otra merienda y ambos empezaron a comer, esté se quedo mirando a Rikimaru, el cual tenia todos sus sentidos en esa comida, la cual se comía con tanta fiereza...de pronto unos sentimientos fluyeron en Dan al estar observando a su compañero, no sabia porque pero solo el hecho de verlo comer la comida que provenía de su casa, le hacia sentirse la persona mas feliz del mundo- ( Porque estoy negando lo que siento por él?...se que le quiero, y si fuera por mi me lo comería a besos aquí y ahora delante de todos,...pero no quiero que se enamore de mi...lo nuestro no funcionaria...esa enfermedad que tengo es muy contagiosa y podría accidentalmente contagiarlo...y no quiero que eso pase...no quiero que nada malo le pase ).

    Te sucede algo? - le pregunto Rikimaru al observar que Dan se lo había quedado mirando fijamente, y que apenas había probado su merienda,- eh...ah, nada no es nada – saliendo de su mundo de pensamientos, y dándose cuenta de que aquella respuesta no había convencido a Rikimaru, - estas seguro? - Si seguro,...bueno he oído que ayer fue tu cumpleaños, no es así? - Rikimaru asintió con la cabeza – así es – volviendo a poner atención a aquella comida que tan bien le sentaba a su estomago.

    Me estaba preguntando...que es lo que te gustaría...que te regalasen? - haciendo aquella pregunta con voz temblorosa, con su corazón otra vez deseando salir por la boca, y pronunciando aquella ultima palabra de la pregunta muy rápidamente, pero que fuera capaz de oírla su compañero.

    Rikimaru que había acabado de comer aquella exquisita merienda, le dijo a la defensiva – ¡ Ah no...eso si que no !...ya has hecho suficiente con esto, enseñándole el recipiente donde antes había unas bolas de arroz, y que ahora en esos instantes ya estaba vacía – ¡ porque no? !...si fue tu cumpleaños – mirándolo con unos ojos que decían sin falta de palabras << por favor...venga >>, pero Rikimaru le seguía negando con la cabeza, - entiéndelo Dan, eres mi único amigo, y no quiero que te gastes nada conmigo,...simplemente porque me haría sentir mal – Rikimaru sentía mucho aprecio por aquella persona, pero a él en verdad le entristecía que su amigo, ( mas que amigo para él ) tuviera que comprarle alguna cosa por su cumple, no era porque no le apeteciese aceptar cualquier cosa que viniera de su compañero,...lo único es que no quería que algo tan bonito como lo que le había sucedido con Dan, se estropeara por simples cosas materiales.

    Dan al darse cuenta que en verdad Rikimaru no aceptaba, que él le comprara nada, aún sin saber exactamente el motivo, se le ocurrió una cosa, - ¡ Esta bien !...no voy a regalarte nada,...pero eso no significa que no tengas un regalo, - y se hizo una pausa en la que Dan aprovecho a ver que tenia al respecto que decir su compañero...y al ver que este se ponía una mano en la frente, y soltara unas risas, y le dijera – jejeje...que es?...venga, cuéntamelo – decidió proseguir ya que Rikimaru estaba riendo y eso era buena señal, y también le hacia coger mas confianza en si mismo para decírselo – te acuerdas de que te he dicho que también tengo mi sitio donde pienso en mis cosas, y donde me siento bien como tu en este sitio – echándole una mirada a las rosas blancas que había un metro mas adelante, y Rikimaru imitando las misma acción y luego volviendo a poner los ojos encima de Dan y moviendo la cabeza afirmativamente con un movimiento corto – he pensado que bueno uno de los regalos podría ser este,...y como no me cuesta nada y compartiríamos el sitio los dos, no tienes motivos para rechazarlo – Rikimaru sonrió al escuchar aquellos motivos, únicamente para que aceptara un regalo...y como parecía que no se iría del patio sin poder evitar tener algún tipo de regalo, le dijo muy alegre y que se podía observar que en aquella voz se ocultaban unas ganas inmensas de reír, - esta bien tu ganas...pero has dicho uno de los regalos...cuantos son?, y sobre todo que son? - Dan al oír aquellas preguntas le dijo sonriente, sabiendo el motivo por lo cual lo decía, - tranquilo tampoco me va a costar dinero, pero este no te lo puedo decir, lo recibirás cuando lleguemos a mi sitio favorito...que por cierto te va bien este sábado?

    Esta bien...y sobre el sábado bueno lo mas seguro es que no me dejen, pero ya intentare de hacerlo de algún modo, puedes contar con ello, - finalizando aquellas preguntas con algo de tristeza pasajera, al pensar como podría hacerlo para estar con Dan aquel sábado...pero sabia que no era momento de pensar en eso, luego observo las manos de Dan al darse cuenta que con la charla, apenas había comido nada de la merienda, - bueno sera mejor que comas, no creo que falte mucho para la siguiente clase, - y Dan se mira la merienda, y a continuación a Rikimaru, diciéndole con una sonrisa, - me ayudas?...no creo que pueda terminármelo yo solo antes de que empiece la clase, - mirando a su compañero otra vez con aquellos ojos que tanta risa le daban a Rikimaru,...lo estuvo meditando unos segundos y la verdad es que aún tenia hambre, y aunque su conciencia le decía que era un pervertido...¡ tenia muchas ganas de comer de la misma comida que su compañero !, - esta bien – le contesto con una sonrisa.

    Justo como si hubiera sido planeado anteriormente, habían hecho esconder los recipientes de sus meriendas, como la misma melodía de todos los días les daba a entender a los alumnos que era hora de volver a sus respectivas clases. Al llegar, a Dan le dieron ganas de volverse a ir a su casa, en la silla del profesor estaba sentada la profesora Ariadna...lo que significaba que le esperaban dos horas seguidas de la aburrida y complicada asignatura de historia...almeno tenia como consolación a Rikimaru y el podría ayudarle, ya que anteriormente su propio compañero lo había reconocido de que se le daba bien todo lo que fuera historia, de pronto se le paso por la cabeza una frase, - << No...Si al final tendrás un compañero que te gusta, y ademas hecho todo un empollón >> - eso le hizo sonreír...aunque esa sonrisa le duraría muy poco.

    La profesora Ariadna, era una mujer bastante disciplinaria, le gustaba que sus alumnos fueran puntuales, al mínimo retraso de alguno, le esperaban dos horas de aburrimiento en el pasillo, y lo que mas odiaba era que le llevaran la contraria tuviera o no tuviera razón, le gustaba que las cosas pasaran como ella quería y si ordenaba algo a alguien que la obedeciera sin rechistar como si de un perro se tratara...como ella decía a sus alumnos, era superior a todos ellos, y estos tenían que hacer los que se les ordenaba por obligación.

    En cuando los alumnos se sentaron en sus respectivos asientos, Ariadna se levanto de su asiento y con voz autoritaria pero a la vez tranquila y serena les comunico un mensaje no muy gustoso, - ¡ Separad las mesas hay examen sorpresa !

2 de octubre de 2011

No dejes de mirarme


Aquella tarde… sabía que algo malo iba a pasar, lo presentía, como cuando sabes que va a llover, que va a haber una tormenta… Yo lo sabía…

Tenía el horrible presentimiento desde hace unas semanas atrás, mi casa, mi hogar, el lugar más seguro que yo conocía, pues… “esa” tarde dejó de serlo para siempre…

Aquellas dos últimas semanas había soñado lo mismo, mi pasillo, el pasillo de mi casa… eran las 00.00 de la noche, me levantaba como muchas veces antes de dormirme por última vez para ir al baño… Maldigo ahora aquel paseo…

Al encender la luz… como si de un destello se tratase… aquella mirada, aquel rostro me paralizó unos minutos… El pelo largo y oscuro, una cara seria, una mirada oscura y muy profunda, sin brillo, una piel pálida… Aquella cosa me miraba fijamente… cómo buscando algo por lo que culparme, intentando averiguar que había hecho mal…

Me desbloqueé cuando agité mi cabeza a ambos lados y, por un momento, aquella mirada desapareció de mi mente. De verdad que no podía creerlo, aquello no solo era inquietante, si no que sentía de alguna manera que me seguía mirando y observando, cómo si estuviera detrás de mí o en frente, mirándome…

Me era imposible pasar con el pasillo sin tener que dar un pequeño acelerón para llegar antes a la cocina o al comedor… Aquel eterno pasillo, la habitación que quedaba a mono derecha cuando salías de mi habitación en el centro del pasillo… Todo ese trayecto no parecía formar parte de mi casa…

Dicen que esas visiones son sólo fruto de nuestra imaginación, que son todo mentira, y que sería imposible que alguien del otro mundo pudiera hacernos daño… pero… Ahora ya no se si eso es verdad…

Cuando volví a dirigirme a mi habitación, estúpidamente se me ocurrió volver a repetir la misma escena de antes, quedarme mirando a aquel espejo que reflejaba el infinito pasillo… Aquella figura volvió a parecer, esta vez inclinó un poco la cabeza en señal de pregunta, como si se preguntase si estaba sorprendido… Mis piernas empezaron a temblar… Su boca se entreabría en señal de decir algo… y… una especie de sangre negra empezó a salir de su boca… Simplemente podía gesticular un poco, su rostro no tenía expresión, sus brazos estaban relajados a ambos lados, yo solo quería salir de allí e ir lo más lejos posible. Mi habitación en la primera puerta a la derecha al salir del baño… Está pegado al aseo…

"Por favor dime que esto no es verdad" pensaba mientras cerraba los ojos con fuerza y los volvía a abrir, 
"Por favor desaparece…" Volvió a ordenar mi mente. Aquella figura desapareció cuando los abrí. Tras coger aire y mirar hacia el suelo, volvía mi cama y, a pesar de que me desvelé por completo, el sueño fue más fuerte y me dormí.

El día siguiente fue totalmente normal, la clase, mis amigos, incluso yo, era como si aquel recuerdo sólo me atacase cuando estaba solo por las tardes, De verdad me negaba a salir y cruzar ese pasillo, mirara a ese espejo, volver al aseo, lo que fuese, me daba igual… Tenía miedo. Miedo de algo que supuestamente no existía, pero yo estaba seguro de lo que había visto…

Me negué a contárselo a alguien, mis padres y mis amigos no me creerían, incluso la psicóloga del colegio… pero ella no me resolvería el problema… Volví a casa y me encerré en mi habitación… Al cabo de unas horas… Estaba lavándome las manos por alguna razón que no recuerdo en el aseo… levanté la vista y allí estaba. Aquel rostro pálido, aquel cuerpo esquelético, esos ojos que no decían nada, esa boca que intentaba abrirse costándole muchísimo esfuerzo…

-¿Q… quién... eres…?- dije temblando y paralizado. Sin embargo aquella cosa, o persona o lo que fuese, no podía gesticular palabra… simplemente se oía una especie de burbujeo por aquella sangre que emergía de su boca al intentar hablar…

-¿Vas ha hacerme daño? Por favor… ¿qué eres…?- sentía cómo estaba empezando a llorar y cómo esas lágrimas salían de mis ojos. Notaba que mis manos y piernas estaban casi clavadas en el suelo y cómo mi rostro se parecía cada vez mas al de esa cosa que estaba tras de mí… Su mano… vi como su mano se levantaba lentamente, como si eso también fuese muy costoso… como manchaba sus manos con aquella sangre y se disponía a acercarlas hacia mí…

Aquella mano pasó por mi lado derecho dirigiéndose al cristal… como para escribir algo… Su manos, aquella mano era real, era de carne y hueso, de un blanco azulado, y aquello era sangre de color negro…
Inevitablemente mi cuerpo se giró al ver aquello, simplemente… Mi rostro palideció más, lo sentí; me mareé… Lo último que vi antes de estar aquí fue una especie de grito fatal y cómo ese cuerpo se caía sobre mí…

...

Es una niña preciosa… Se está mirando al espejo… Su rostro está palideciendo como él mío en aquel momento… mire mi cuerpo por un momento…

" ¿Qué soy? ¡¡Qué es esto!! Yo... yo soy…no puedo gesticular... ni hablar…" oigo mi voz en la cabeza… Pero… la luz se apaga y no puedo ver nada…

Esa niña… es preciosa de verdad… ¿Otra vez vuelve a mirarme? ¿Acaso puede verme…? Siempre han dicho que los fantasmas no existen… Pero…

-¿Qué eres tú…?- habla tan paralizada y asustada como cuando lo estaba yo… Intento abrir la boca… cuesta mucho… ella empieza a gritar… Puedo ver cómo… aquella sangre sale de mí… Soy… soy ese rostro blanco que no dice nada cuando lo miras a los ojos… ¿Qué soy?

No debe girarse…

Alcé mi mano para escribir puesto que me es imposible hablar… pero…

-No, no me hagas nada…

"No te gires por favor" Pero ya se está girando… Y grita…


Lo siento…

29 de septiembre de 2011

Una enfermedad no nos separará 2ª Parte ( Yaoi )




    Me llamas a mi mentiroso?- con cara de sorprendido- es que no le has dicho a tu madre que te has ido de la escuela?- mirando a su mujer, con un rostro de decir “lo ves quien es el mentiroso?”.
    ¡¡¡ Que es eso de que te has ido de la escuela?!!!- pregunto su madre enfadada – ¡¡¡ y te exijo que me digas de donde proviene esa mancha de sangre !!!
    ( Genial, hago llegar a casa, ese maldito me coge del cuello,...le pego,...él me pega,...llega mi madre y en vez de preocuparse por mi...aún le da la razón a ese imbécil. Se que mi madre esta en la situación mas difícil, ya que ver como su hijo y la persona a la que quiere no se llevan bien debe ser muy triste, pero...¡ pero porque siempre le da la razón a él?!...bueno ahora no es momento de pensar en esto sera mejor que vaya inventando algo para responder a mi madre.) - y con un rostro de enfado le contestó – ¡ tenia ganas de ver el laboratorio que hay en el instituto, y como no tengo amigos, por vuestra culpa y como también teníamos tutoria, pues...pues me he colado, y cuándo estaba mirando las cosas, me fije que había una rana diseccionada y me puse a jugar con ella y me he manchado la camisa !.
    Pero porque te has ido de la escuela?- le preguntó su madre mas tranquila y con una voz mas cariñosa para que el ambiente de la casa se relajara, y poder tranquilizar a su hijo, el cuál estaba observando cómo el “ Señor “ de la casa se iba al salón de estar, pero antes de desaparecer le dedico una sonrisa burlona al chico aprovechando que la madre de este no miraba debido a que con un pañuelo intentaba quitarle por encima un poco esa mancha de sangre.

Dan al ver aquella sonrisa de su padrastro, le producía una cólera, que sentía que una fuerza que desconocía nacía en su interior...se veía capaz de golpear la puerta de la entrada y mandarla a volar unos metros pero,...en vez de eso se trago cómo muchas otras veces aquella rabia, y agradeció de que aquel individuo se hubiera marchado...con un poco de suerte podría salir de esta sin ser castigado ni tampoco revelar la aparición de Dan en su vida, y con algo de mas de suerte su madre no iría a hablar con el profesor por lo sucedido.

    Me fui de la escuela púes cómo es lógico para que el profesor no me castigar al verme con esta mancha, sino hubiera sabido enseguida donde había ido – dijo Rikimaru con cara de tristeza a pesar de que lo que sentía en esos momentos fuera rabia, pero la experiencia le decía que tenia que poner esa cara y que de esa manera iba por buen camino.
    Últimamente estas muy raro, siempre te estas peleando en casa con él,...y la verdad ya estoy cansada de todo esto, cómo sigas de esta manera tendré que tomar medidas drásticas contigo- le dijo su madre a Rikimaru con un tono que reclamaba obediencia, pero su rostro estaba tranquilo aunque con algún pequeño rastro de tristeza- y tampoco te vuelvas a escapar del colegio que sea la ultima vez- su madre se levantó del suelo y le dijo por ultimo- ya te puedes ir a tu habitación pero antes dame tu camisa voy a limpiarla.

Dan en cuánto se quito la camisa se dio cuenta de que su madre estaba otra vez mirando lo de siempre...aquella cicatriz en el estomago, él sabia que aquella vez en la que cometió esa locura hizo sufrir mucho a su madre,...y aún ver aquella marca le producía algo de tristeza en el rostro de ella,...de pronto algo le decía que era momento de pedir disculpas, y así todo se arreglaría aunque él supiera al fondo que no tenia nada de que disculparse.

    Madre...perdoname- dijo con una tristeza bastante bien fingida, y su madre que estaba a punto de entrar en la cocina para preparar la comida, se giro mirando a su hijo con tristeza, y Rikimaru añadió- me vas a castigar?...o iras a hablar con el tutor?- durante unos largos segundos no hubo respuesta lo cuál inquietaba a Rikimaru...pero de pronto su madre con un suspiro le dijo- por esta vez te perdono, pero que sea la ultima vez que te discutes con el hombre de esta casa y te vas del instituto porque a ti te da la gana,...estamos?- y Rikimaru con un movimiento de cabeza asintió afirmativamente.

Su plan había dado resultado, esta vez había conseguido librarse de un problema que parecía que no tenia salida, y se había librado de toda consecuencia...ahora solo le quedaba irse a su habitación y pensar en los magníficos momentos que había pasado con aquel chico nuevo, y una manera de poder evitar tener mas peleas con el tarado de su padrastro.

Mientras tanto, Dan llegó a su casa y su madre apareció por el pasillo con un delantal atado en su cintura...seguramente estaba preparando la comida, su madre observo a su hijo con cara de sorpresa, cuándo lo vio entrar por la puerta, y le preguntó – que haces tan temprano aquí?, no salias a las tres del instituto? - Dan en cuánto fue a contestar se apoyo al picaporte de la puerta y empezó a toser, manchando su manos de sangre, su madre al ver la reacción de su hijo el corazón le dio un sobresalto y se dirigió a la entrada al rescate de su hijo – ¡ ven deprisa tomate la medicina ! - conduciéndolo a la cocina y dándole un vaso de agua y una pastilla de forma alargada y de color amarillento...Dan enseguida se la tomó, se sentía bastante débil, pero empezaba a notar una mejora gracias a la medicina – estas mejor? - preguntó preocupada su madre, y este contestó afirmativamente con un movimiento de cabeza.
Este fue a dejar su maleta en su habitación, y la imagen de aquel chico llamado Rikimaru le vino a la mente provocando le una sonrisa en su rostro...es verdad se había acordado de que ese chico nunca comía...quería hacerle un detalle, así que se dirigió de nuevo a la cocina, en la cual estaba su madre acabando de hacer los últimos retoques para comer, y le preguntó – madre, sabes aquella receta de las bolas de arroz de la abuela? - su madre cogiendo los cubiertos del cajón asintió con la cabeza, y Dan prosiguió su charla – me preguntaba si podrías hacérmelas para poder merendar mañana en el instituto – Dan con cara de preocupación a que su petición fuera denegada, se puso muy contento al observar el sonriente rostro de su madre,- esta bien – Dan inseguro como continuar sabiendo que su familia reaccionaba muy mal cuándo se trataba de que él tuviera compañeros, se armo de valor y le dijo – podrían ser dos raciones- su madre lo miró con cara de sorpresa – dos raciones?...no creo que tengas tanta hambre en el colegio, - y Dan contestó con el corazón acelerado – una no es para mi es para un amigo que he hecho – este observo como su madre con una sonrisa estaba a punto de decirle que si,...cuándo otra voz que procedía del umbral de la cocina interfirió en la conversación de madre e hijo.

    Ya sabes lo que te hemos dicho sobre tener alguna relación con la gente, podrías contagiar-les esa enfermedad que tienes- dijo una voz autoritaria, en cambió Dan se giro bruscamente hacia donde procedía la voz y vio aquel hombre con una americana azul oscuro y unos pantalones a juego, y con una corbata blanca, pelo castaño y con lentes...el típico aspecto de un abogado lo que sin el maletín ya que ahora no estaba trabajando.
    ¡¡¡ Porque te empeñas en restregarme lo del enfermedad todo el tiempo,...te hace feliz?!!! - a punto de ponerse a llorar, lo cual no soportaba esa cualidad de ser tan sensible con esas cosas – ¡¡¡ por si se te a olvidado seré yo el que muera dentro de un tiempo y no tú !!!
    Claro que no se me a olvidado...por eso mismo te lo digo...¡¡¡ piensa en tu madre y los que están a tu alrededor !!!...¡¡¡ no seas tan egoísta !!!- le dijo el hombre con tono brusco y con unos ojos negros abiertos como platos,...suspiro, y seguidamente habló otra vez con normalidad, - se que me odias por como me comportaba contigo antes de que enfermaras , pero ya te pedí perdón por ello.
    Perdón,...y eso que es?...¡¡ el daño ya esta hecho aquí !!- golpeándose con la palma de la mano en el pecho, y seguidamente se agarro la cabeza con fuerza con las dos manos como si le fuera a estallar mirando hacía el suelo con aquellos ojos lagrimosos, y con un rostro que estaba al borde de la tristeza total y la locura- ¡¡¡ dejad de controlar mi vida de una vez !!!
    ¡¡¡ Lo único que hacemos es protegerte !!!- alzando la voz a la misma altura que la del niño para que lo escuchara y intentando agarrarlo por el hombro al ver aquella reacción tan brusca.
    ¡¡¡ Lo que estáis haciendo, es quitarme la oportunidad de que sea feliz con alguien !!! , ¡¡¡ De vivir una vida, aunque se corta !!!- liberándose del brazo que lo tenia preso, y empujando al hombre que estaba obstaculizando el camino hacia su habitación,...se oyó un fuerte portazo, y en la cocina solo quedaron la madre que estaba triste por la situación vivida, y el padrastro con cara de asombro por las palabras del chico.
    Sabes que tiene razón, no podemos prohibirle la amistad con ese chico- dijo la mujer acercándose a su marido y poniendo una mano encima del pecho de esté, y lo miro continuado con una mirada detrás de él pensando en su hijo y recordando aquella cara y aquellas palabras que habían salido de la boca de Dan unos momentos atrás- además hace muchos años que no lo veo feliz, siempre triste sin ilusión de vivir por nada- la mujer se paro en seco, no estaba segura de si tenia que decir aquellas palabras que se le habían ocurrido en la cabeza...pero eran palabras que contenían la verdad,...suspiró- además...se lo debes.
    Que se lo debo?- dijo el hombre mirando a su mujer con atención ya que no sabia a que se refería.
    No hace falta que te diga, como lo tratabas cuando tenias problemas con el dinero y el alcohol...se que todo lo que me decía...de que le pegabas cuándo yo trabajaba era cierto, no podía demostrarlo claro y tampoco quería separarme de ti,...porque tenia y siguió teniendo la esperanza de que algún día os reconciliéis - le contestó su mujer a la pregunta,...enseguida esté se paso las manos en los dos ojos y acabando por la boca.
    ¡ Ya le perdí perdón !- dijo algo brusco, pero relajándose de golpe al observar cómo había reaccionado a la respuesta de su mujer.
    Sólo te pido que le des una oportunidad a ese chico- dijo rápidamente y acercándose a su marido en los labios y besándolo, esté reaccionó con un suspiro en cuanto su mujer se separó de él.
    ¡ Esta bien !...sólo quiero que no le hagan sufrir mas...ya le hice sufrir lo insoportable cuando era tan sólo un niño...pero tú ganas, haz esas bolas de arroz que te a pedido, espero que a si no me odie tanto.

Dan había entrado hecho una furia en su habitación, y con las lágrimas recorriendo sus mejillas, corrió hacia su cama y se lanzó a ella, apretó su cara contra el cojín y con sus manos lo apretaba tanto que si se hubiera tratado de la mano de alguien sin duda se la habría roto. En su cabeza solo había sitio para una palabra “Rikimaru”, cuanto mas pensaba en él, una pena ahogaba su corazón y mas notaba que le costaba llenar sus pulmones de aire,...aquél recuerdo invadía su mente,...ese abrazo que le había dado en el instituto...en su momento lo había llenado de felicidad, pero ahora solo con pensar aquella posibilidad de que no pudiera hacerlo otra vez...el dolor que le hacía sentir era tan fuerte que hubiera acortado su vida aún más sólo para volver a ese momento.

    ( Rikimaru...por qué cada vez que intento ser feliz, alguien o algo me lo impide?...¡ No quiero perder a Rikimaru !. He perdido a mucha gente...pero él...él...me gusta mucho, y a sido el único que me a comprendido, y me a hecho sonreír desde hace tanto tiempo...¡ Por favor no quiero perderle !...¡ No quiero estar solo otra vez !...tengo miedo)- esos pensamientos y muchos mas se pasaban por su cabeza, algunos le daban mucho temor a que se convirtieran en realidad en un futuro próximo, y otros le producían mucha rabia.

De pronto la puerta se abrió, las orejas de Rikimaru se percataron de ello, pero aún así no le dio la menor importancia de quien había entrado en su habitación sin decir nada...ya le daba igual todo.

    Rikimaru...¡ mírame !- la madre de Dan había acabado de entrar en la habitación del chico, su madre estaba triste al verlo de ese modo, pero de pronto una sonrisa invadió su cara...sabía que lo que le iba a contar, le haría muy feliz- ¡ mírame !- repitió.
    Que...quieres?- le dijo con voz muy triste y con un tono de decir << di lo que quieras y lárgate >>
    Vamos siéntate correctamente- y la madre se sentó a su lado encima de la cama, y al ver a su hijo esperando a que hablara, prosiguió- hemos estado pensando sobre lo que has dicho...y es verdad a lo mejor hemos sido demasiado protectores, y hemos decidido que te dejaremos estar con ese amigo- Dan no se podía creer lo que sus orejas habían oído, y de pronto el corazón de la mujer dio un sobresalto, en cuando su hijo sin ningún tipo de aviso se abalanzó encima de ella.
    ¡¡¡ Gracias !!!-dijo Dan- Jajaja por dios, cualquiera diría que te has enamorado de él?...eso si seria un problema...jajaja- al ver a su hijo tan feliz, una alegría también la inundó...en cambio a Dan esa última frase de su madre lo había preocupado...pero no era momento de pensar en esas cosas, ¡ le había dicho que sí !...Y eso le había hecho muy feliz.
    Eso si...me gustaría que mejoraras tu relación con él, señalándole con el rabillo del ojo la puerta de su habitación- le dijo mirándolo atentamente a ver a como reaccionaba a esa propuesta,...Dan no le gustaba la idea pero, para él en estos momentos era peor perder aquel amigo que tanto esfuerzo le había costado conseguir.
    Esta bien, intentare mejorar con él...aunque eso no significa que ya no le odie...me a hecho sufrir mucho y nunca se lo perdonare- aquellas palabras sonaban mas a tristeza que rabia- bueno al menos dale las gracias- dijo su madre intentando evitar la mirada de su hijo, por miedo a que se lo tomara a mal...cuyo presentimiento acertó.
    ¡¡ Las gracias?!!...¡¡ para qué?!!...por dejarme a hacer amigos?, eso es ridículo- ahora mas que nunca los ojos de su madre buscaban algo a que mirar que no fueran los ojos de su hijo...por mucho que le dolieran aquellas palabras su hijo tenia toda la razón del mundo- por ahora creo que bastara con un “ que te aproveche “ en las comidas- le resultaba indignante lo que le había dicho su madre, “ dar gracias por que le hayan dejado hacer un amigo”, no por ahí no pasaba, otra rabieta se apoderaba de él, aunque esta vez pensó antes de actuar...no era momento de empeorar las cosas, ahora que todo marchaba lo mínimamente bien...en cambio su madre se conformaba con lo propuesto por su hijo, no quería forzarle a la reconciliación con su esposo- ¡ está bien !- dijo con un suspiro, en esos momentos no hubiera sabido decir que era mas cansado, solucionar los problemas de familia o su propio trabajo- bueno la comida esta en la mesa- poniendo final a esa conversación...los dos se levantaron de la cama y salieron al comedor, y Dan cumpliendo con lo pactado con su madre y dándole un que te aproveche a la pareja de su madre.
Rikimaru y Dan se habían encontrado al día siguiente en la puerta del instituto, y los dos con una gran sonrisa decidieron entrar juntos en la clase, de pronto los dos se miraron uno al otro...que era aquella sensación de sentirse observados, toda la clase los miraba con reojo pero al cabo de un tiempo sus cuerpos se acostumbraron a ello, y decidieron no hacerles caso a ninguno de sus compañeros. Las tres primeras horas les pasaron volando, la verdad es que se habían pasado casi todo el tiempo hablando sobre sus gustos, su pequeñas excursiones que habían conseguido tener gracias a algunas pequeñas mentiras a sus familias, y la gran parte riendo sobre ello en voz baja para no llamar la atención del profesor, y como no,...sin prestar atención en clase.

Los dos habían descubierto mucho sobre el otro, Rikimaru había descubierto que Dan tenia en su poder dos medallas que había conseguido siendo el mejor en artes marciales de su país, y que como él también tenia un sitio bonito donde se relajaba y podía pensar tranquilamente en sus cosas...por otra parte Dan se dio cuenta de que a Rikimaru le gustaba mucho la interpretación, y de que era muy bueno en la historia antigua...aunque los dos tenían muchas cosas en común como por ejemplo lo que mas les unía...su pasado, aunque a los dos también les gustaba lo romántico, y que también eran muy sensibles con según que emociones por muy los duros que se hacían delante de la gente...la verdad es que aquellas tres horas las habían empleado a fondo para conocerse.

Faltando cinco minutos para las once, el timbre dio la señal a los alumnos de que era hora de tomarse un respiro, y despejar sus mentes. Los dos ya habían pactado sin necesidad de palabras que la parte trasera del instituto donde se conocieron, seria su lugar de ahora en adelante. Dan se sentó en el bordillo del jardín delante de aquellas rosas blancas que tanto le gustaban, y con una mano pegando palmadas al suelo a su lado izquierdo invitó a Rikimaru que se sentara a su lado, esté en cuando lo hizo una pequeña mueca de dolor salio de su boca, y con su misma mano derecha se tocó el muslo fuertemente...Dan al ver esa reacción su cara cambio de alegre a preocupación.

    Que te a pasado?- le dijo poniéndose de rodillas a su lado y con las manos acercándose a la mano de su compañero- no es nada...tranquilo- y cuando quiso probar de nuevo a flexionar su pierna para poder sentarse con su compañero, otra mueca de dolor y un ssshhh volvió a salir de su boca,- ¡ no te muevas !- le ordeno Dan y acercándose a él de rodillas ya que se había alejado la primera vez en que había intentado tocarle- no es nada tranquilo- le volvió a asegurar Rikimaru, pero Dan ya no se lo creía, y para comprobar su teoría le presiono la parte del muslo que hacia un momento se había tocado su compañero...y un ssshhhh volvió a surgir tal y como se esperaba- que no es nada?... ¡baka !...vamos quiero echarle un vistazo- “ echarle un vistazo “ esas palabras se repetían en su mente a una velocidad impresionante, tanto fue el asombro que quedo totalmente congelado...no se le movía ni un solo musculo...de pronto su corazón latía a una velocidad impresionante, empezaba a tener mucha calor, y podía notar perfectamente como los colores se le subían a la cabeza...¡ las manos de Dan le habían desabrochado los pantalones !
    ¡ Que haces?!- le preguntó desesperadamente, incapaz de poder mirar a aquel chico tan atrevido, sus ojos iban como locos mirando la zona por si alguien podía ver aquella escena, y con la consciencia deseando a que esto acabara ya , y por otra, una parte interior suya deseaba que esto no acabara nunca y que aprovechara la ocasión, sin mencionar que el latido de su corazón no hacia mas que dar mas fuerza a aquella parte pervertida a que hiciera lo que sus instintos le guiaban en esos momentos, seguidamente al notar como la gran parte derecha del pantalón bajaba, y las manos de Dan tocaban parte de su ropa interior y del muslo cerró los ojos...definitivamente no era capaz de ver la cara de su amigo porque podía imaginarse lo rojo que debía estar en esos momentos.
    Por otra parte Dan al darse cuenta de como tenia de roja la cara su amigo, y aquellos ojos tan fuertemente cerrados no pudo evitar, que una pequeña risa y una gran sonrisa se reflejaran en su rostro- por una parte no sabia como había llegado a esa situación pero la verdad por mucha vergüenza que le diese reconocerlo...le gustaba estar en esa situación, y por otra se dio cuenta de que tenia que calmar a su amigo si no quería que lo ingresaran por una enorme hemorragia nasal, definitivamente el rostro de Rikimaru no estaba mas colorado- tranquilo no nos vera nadie- sabia que esto no iba a ayudar mucho a su amigo, así que decidió hacer las cosas lo mas rápido posible...y de pronto la cara tan alegre que había conseguido despertar en su rostro por la reacción de su amigo,...se apagó y se convirtió en una de preocupación, al ver un gran moratón que a simple vista se podía observar que se había producido por un gran golpe, si no hubiera sido porque él también había tenido muchos moratones en su cuerpo, y porque no hiciera artes marciales hubiera jurado que hasta su pierna estaba rota...que por suerte no era el caso. Al cabo de unos minutos de haber observado bien el moratón, y al ver que su amigo aún seguía con los ojos cerrados decidió volver a subirle el pantalón y abrocharlo.

24 de septiembre de 2011

¡ Una Enfermedad no nos separará ! 1ª Parte ( YAOI )





Era un día como otro cualquiera para Rikimaru, a pesar de que era el día de sus 16 cumpleaños, se había levantado de su cama, y se preparó para ir al colegio sin desayunar, ya que odiaba el ambiente que había en aquella casa y le hacia perder el apetito...su madre aun no se había levantado y su padrastro ya estaba castigando y gritando a uno de sus hermanos, a pesar de que este decía que nunca gritaba...los odiaba...la misma situación cada día...ya estaba cansado, cogió la maleta y salió por la puerta sin decir nada.

El chico era alto, no estaba delgado, ni tampoco gordo,...estaba bien, su pelo era oscuro cómo el carbón y tenia los ojos de color verde, también se podía observar que no era muy atlético, pero si aplicado en los libros, ya que siempre se paseaba con alguno entre las manos.

Llegó al colegio con la mirada agachada como siempre hacía, ya que no quería llamar la atención y no conocía a nadie, se fue hacía su clase y se sentó en su mesa, la cual era la única que estaba en un rincón y apartada de los demás.

El profesor entró por la puerta, y le invitó a que se sentara mas adelante, el con una sonrisa falsa pero que intentaba que no se le notara le dijo- Gracias, pero estoy bien aquí-el profesor no insistió ya que siempre escuchaba la misma respuesta, y se dirigió hacia la pizarra, y la sonrisa de Rikimaru se disipó con la misma rapidez con la que apareció, dejando un rostro serio y triste.

Al final de la tercera hora, el timbre dio la señal, para que los alumnos se tomara un descansó en el patio, y pudieran merendar...él nunca merendaba y si lo hacia le resultaba muy extraño, aunque a decir verdad no sabia porque había de dejado de comer,...simplemente ya no le apetecía, a pesar de que su barriga le decía lo contrario.

Fue a la biblioteca como siempre, a esperar a que volviera a ser la hora de la siguiente clase, pero estaba llena de alumnos, y si la intuición no le fallaba...seguro que la mitad hacían los deberes para la siguiente clase, ya que no los habían hecho en sus casas. Por suerte tenia otro sitio a donde ir, para cuando rara vez la biblioteca estaba llena...y se dirigió a la parte trasera del colegio, donde se sentó entre las rosas y diversas flores que el jardinero siempre cuidaba con tanta delicadeza.

Aquellos treinta minutos a veces se los pasaba pensando, sobre su vida, su maldita familia o entender el porque o como había llegado a ser así...tan solitario, sin poder-se a abrir a las personas, y deseando a que alguien lo salvara de aquella soledad, que se lo comía por dentro...y muchas otras veces se las pasaba leyendo, algún libro en los que se aferraba con tanta fuerza, que a veces no oía el timbre y llegaba tarde a su siguiente clase.

Por suerte esta vez no fue así, y no llegó tarde...cuando acabaron las clases se dirigió hacia su casa, y notaba como una rabia se iba apoderando de él a medida de que se acercaba a su hogar, cual palabra le producía nauseas y mucha mas rabia.


Cuándo llegó a la cocina su comida estaba en el microondas...como sospechaba su familia ya había comido como siempre...aunque era mejor así. Cuando se disponía a encerrar-se en su habitación su madre le preguntó con un rostro amable- ¿ Cómo te a ido el colegio ?-Rikimaru de espaldas a ella, y mirándola por encima del hombro, le contestó de manera paso-ta y con una voz temblorosa por intentar aguantar-se las ganas de gritar- ¡ No te importa !

De pronto otra voz se hizo escuchar, la cual provocaba en Rikimaru solo de escuchar-la unas ganas inmensas de asfixiar aquella voz con sus propias manos- ¡ No le hables a si a tu madre !- Rikimaru contestó con una expresión en los ojos de rabia y en su boca una sonrisa burlona- ¡ Que pasa? !...¡ Me vas a pegar?!...ya que es lo único que se te da bien.


El hombre de unos treinta y tantos años se fue hacia el chico, con chulería y superioridad y lo cogió por la camisa blanca por la parte del pecho...la madre enseguida se puso en medio de los dos, antes de que las cosas acabaran como siempre...a palos.
¡ Rikimaru, a tu habitación !...¡ Eres insoportable !- le dijo con seriedad.

¡ Entonces ya tenemos algo en común !- y con apretón de dientes y una rabia en el interior que tenia ganas de salir, dio un portazo entrando en su habitación, para no salir hasta la hora de cenar.

¡ Y tú, siempre tienes que utilizar la violencia?Y poner-te a la altura de un crió !- le dijo a su marido con enfado.

¡ Y que he hecho yo, si puede saber-se ?!- con cara de no entender a que venia ese repentino enfado de su mujer, cómo si lo que hubiera hecho hace un momento no lo hubiera visto nadie y fuera inocente.

¡ Ah, olvidalo, tu nunca haces nada !- poniendo fin a la conversación yéndose a la cocina para hacer la cena.
Rikimaru, entró en su habitación con las lagrimas a flor de piel, y golpeo la pared con rabia, para luego sentar-se en su cama...sus ojos captaron un marco que tenia en el comodín de una persona, mayor...un hombre...su padre que había fallecido en un accidente, cuando tenia 6 años y su madre se había emparejado al cabo de unos tres meses con ese hombre al cual odiaba tanto por todo lo que le había hecho sufrir, y a su madre por haber-se dejado comer el tarro por ese miserable. Observar aquella foto le producía tanto dolor, tanta rabia y tanta tristeza que sin darse cuenta sujetaba el marco con tanta fuerza que el cristal, estalló provocando-le unos pequeños cortes en las manos y uno en la mejilla.

Se curó las manos con unos pañuelos que sacó de su mochila y se puso a hacer los deberes, y luego se puso a las cosas que solía hacer siempre, leer, escribir o simplemente mirar la TV. Cuándo llego la hora de la cena había perdido el apetito, así que únicamente fue a la cocina para beber un vaso de agua, y se fue a la cama a sabiendas que se despertaría con dolor de cabeza, a causa de lo poco que había comido.

Al día siguiente tal como había pensado se levantó con un dolor de cabeza, aunque no le dolió tanto como esperaba...su cuerpo se iba a acostumbrando con sus ayunos que hacia muchas veces sin previo aviso. Esta vez si que decidió tomar un vaso de leche, aunque no fuera acompañado de algo mas.

Luego cogió su mochila y se fue al instituto, sin decir nada cómo de costumbre. Al llegar el profesor vino acompañado de un alumno, tenia el pelo rubio, ojos azules, alto, se podía decir que era bastante atlético, era bastante pálido de piel y su rostro era serio y bastante triste lo cual sorprendió a Rikimaru ya que el creía que era él único que se sentía así. El profesor cuando vio que todos los alumnos estaban a sus respectivas mesas, procedió a la presentación del chico- Alumnos demos la bienvenida, a un nuevo compañero se llamá Dan, y viene de Estados Unidos para ser mas concretos de Los Ángeles, y... bueno quieres añadir algo mas, Dan?- le dijo el profesor con una sonrisa, y el muchacho sin mirar al profesor y con los ojos perdidos entre los alumnos, con un rostro serio y una voz débil y tranquila le contestó- Esta bien así- y el profesor le señalo el pupitre que estaba al lado de Rikimaru y le dijo- Entonces siéntate en ese pupitre, si eres tan amable.


Mientras Dan se dirigía a su sitió, le llamó la atención ciertas cosas que hablaban los alumnos sobre su llegada, y el sitio donde iba a sentar-se.
Creo que el profesor a hecho bien en sentar-lo con Rikimaru, los dos parecen tan solitarios que hasta me dan miedo- le dijo a la oreja un alumno a su compañero de al lado.

Son bichos raros los dos, quien sabe lo que les pasa- se limitó a contestar el otro chico, y dirigiendo una mirada de desaprobación a Dan.

Cunado este llegó a su pupitre miró a Rikimaru, y este con nerviosismo le dijo con lo mas posible a una sonrisa- Hola- y Dan de manera cortante le contestó- No importa que finjas que estas feliz de estar a mi lado- esa respuesta, hizo que Rikimaru pusieran atención a sus libros y al profesor, aunque de vez en cuando miraba por el rabillo del ojo a su compañero, estaba contento de que alguien estuviera a su lado, a pesar de que la relación con ese tal Dan no fuera muy fluida, aunque también se preguntaba porque antes le había contestado de esa manera, ya sabia de que su compañero se había dado cuenta de su sonrisa falsa,...en parte estaba feliz por ello y unos sentimientos que desconocía se apoderaron de su cuerpo, pero es que habría podido confundir el motivo por esa sonrisa falsa,...no estaba seguro de que había pasado...pero de lo que si estaba seguro, es que no quería perder la oportunidad de hacer un amigo, y que esta vez no se rompiera esa amistad...quería tener un amigo en el que confiar y divertir-se en un futuro.

Las tres primeras horas pasaron muy rápido, y como es normal el timbre se hizo escuchar en los pasillos, y antes de que se diera cuenta, ese tal Dan ya había desparecido de su lado, justo en el momento en que se disponía a hablar con él, esta vez tenia que pensar en muchas cosas y la biblioteca no era una buena opción a si que decidió ir a su lugar favorito de siempre, a su lugar de tranquilidad...se fue a la parte trasera del colegio, y el asombro fue tal que dio marcha atrás, y se escondió en una de las esquinas de la pared...¡¡¡ Dan !!!...aquel chico que se sentaba a su lado en la clase ¡¡¡ estaba allí !!!.

De pronto la cabeza de Rikimaru, se puso a pensar a tanta velocidad que sentía como si la cabeza fuera a echar humo y quedar-se tonto- ( ¡ Que hago ahora?, tendría que ir a hablar con él?marcharme?!...¡ NO ! ¡ tengo que ir, venga estúpido muévete, no pierdas otra oportunidad como muchas otras para hacer un amigo...Vamos ! )

Rikimaru con el pulso acelerado y el corazón muy agitado, y con miedo a que ese chico pudiera sentir su corazón desde esa distancia, salio de la pared y fue hacia él, de pronto...- ¡ Que haces siguiéndome?!- dijo Dan con una cara de enfado.

Esto no estaba planeado en la cabeza de Rikimaru, según su propio plan era él quien tendría que haber empezado la charla, y no lo contrario.
Eh, bueno no te estaba siguiendo,...es que suelo venir aquí siempre.- dijo con la piel de gallina, y miedo a saber como reaccionaria ese chico a su respuesta.

Dan cerro por unos instantes los ojos y cuando los volvió a abrir miró a Rikimaru con tristeza- Entonces me marchó, siento haberte causado problemas.

Y en el momento en que pasó por el laso de Rikimaru, este asombrado a la respuesta, le contestó algo inquieto, y con sentimiento de culpa a la reacción de el chico- Pu...Puedes quedar-te,...no me importa.

Dan se paró un momento de espaldas hacia Rikimaru, y lo miró por encima del hombro con una cara de enfado, agradeciendo en su interior aquellas agradables palabras- Lo siento...no soy bueno para hacer amigos.

Aquella frase, le produjo tanta tristeza, y tantos viejos recuerdos, que inconscientemente le contestó con un tono muy alto y grave- ¡¡¡ Eres un Baka !!!, ¡ Te haces la victima, porque has sufrido mucho en tu vida, y te vas alejando de la gente con frases como esta o “ No se me da bien relacionar-me ” o “ Mi vida es muy complicada para tener amigos “, y luego te arrepientes de haber-les dicho eso, y te duele ver como se alejan aquellos que antes querían ser tu amigos !

¡¡¡ Y tu que sabrás sobre mi vida ?!!!...¡¡¡ Que sabrás tu de mi?!!!- le contestó con unas lagrimas que recorrían sus mejillas, hasta acabar estrellándose en el suelo, sin poder mirar a aquel chico de cara. Esas palabras le habían tocado el corazón, pero lo que mas triste le ponía es que aquel chico, conocía como se sentía,...nadie hasta ahora, ni siquiera sus padres se habían enterado de cómo estaba. Y este enseguida se fue corriendo, hasta desaparecer en unos segundos por una esquina.

¡ E...Es...Espera !- ahora se sentía mas mal que nunca al haber visto cómo había hecho llorar aquel chico, esa no había sido su intención...para nada había sucedido lo que había planeado detrás de la pared- ¡ Soy un estúpido !- golpeándose la cabeza contra la pared.
Al cabo de un tiempo, el timbre se volvió a escuchar dando a entender a los alumnos que aquel descanso había terminado. Cuándo llegó a la clase vio que Dan estaba allí sentado al lado de su mesa...estaba dispuesto a pedir-le las mas sinceras disculpas, cuándo el profesor entró detrás de él.

¡ Venga, cada alumno a su sitio !- en cuanto los alumnos se sentaron el profesor prosiguió- ¡ Prestad atención !, como es hora de Tutoria, esta semana el Gobierno de Educación nos ha dicho que llevemos durante esta semana un proyecto sobre el maltrato a menores...

Rikimaru quería, pedir-le disculpas de algún modo, y como no podía darse-lo oralmente ya que el profesor había llegado, y no tenia ganas de exponer en público lo que quería decir-le a su compañero, aprovecho en que los alumnos estaban encontrando su mesa para sentar-se, para escribir-le una nota.

En el momento que la tuvo lista, y estaba a punto de darse-la, sus oídos captaron aquella palabras “maltrato a menores”, odiaba aquellos temas, en parte porque los había vivido, y los seguía viviendo...pero mas sorprendente fue ver, que en cuánto Dan también las hubo escuchadas, cogió su maleta y salió de la clase rápidamente.

Tanto el profesor cómo los alumnos, no entendían a que había venido esa reacción, pero Rikimaru ya se lo imaginaba, no podía dejar las cosas como estaban entre Dan y él, así que decidió seguir los pasos de su compañero de mesa, en cuánto se levanto de la mesa, el profesor le dijo con cara de sorpresa- Se puede saber a donde vas?

¡ A buscar a Dan !- le dijo mirando al profesor por encima de sus hombros.

¡ Dejalo !...ya le he sancionado.

Entonces tendrá que sancionar-me a mi también...¡ me voy !.

Como quieras- dijo el profesor con toda tranquilidad

Rikimaru, ya se imaginaba donde estaría, y cuándo fue a la parte trasera de la escuela se lo encontró, sentado delante de las rosas blancas con las rodillas en alto, y con sus brazos abrazando sus piernas y la cabeza agachada encima de ellas.

( Cuantas veces habré estado yo en esa posición y de esa manera?...incontables veces sin duda )- ese pensamiento le vino a la cabeza solo con observar-lo, pero no era momento para recuerdos, ese chico por el cual sentía algo tan fuerte que no sabia lo que era aún, aunque sabia que no era nada malo...necesitaba ayuda, y él quería ayudar-lo fuera lo que fuera.

Ya veo que este lugar te gusta, no hay duda- le dijo con una sonrisa...que por muy extraño que le pareciera, esa vez había sonreído porque su cuerpo a si lo quería y no lo tenia que fingir como siempre.
Pero no hubo respuesta por parte de Dan, ni siquiera el mínimo movimiento de su cabeza para decir-le que se largara, así que Rikimaru se acercó y se sentó a su lado, y lo observo aquellos ojos azules lagrimosos, esa piel blanca como las rosas que tenían al frente, y ese cabello rubio, hicieron que su corazón diera un sobresalto, y en su cabeza unas palabras se infiltraron en sus pensamientos- Es muy guapo,...le quiero.

En el momento en que se dio cuenta del significado de aquellas palabras lucho con todas sus fuerzas para que los colores no se le subiesen a la cabeza, al parecer la suerte estaba de su lado, y un fresco viento se había levantado hace pocos minutos, luego viendo que Dan aún estaba en ese estado, decidió animar-lo.

Oye, siento lo que he te dicho antes en el patio, soy estúpido...te pido perdón- era una voz tan cálida, y unas palabras tan sinceras, que hasta él se sorprendió,...con todo lo que había vivido de dónde sacaba tanta amabilidad, con un chico al que apenas conocía.

No tiene importancia...deberías volver a clase o te podrán una falta grave- le dijo mirando-lo por el rabillo del ojo, y sentando-se correctamente, estirando los pies y poniendo las manos al suelo igual que Rikimaru, aunque siguiendo con la mirada al suelo.

Tranquilo, eso me da lo mismo- hizo una pausa para pensar si debía seguir preguntando o mejor era callar-se, pero era la primera vez que llegaba por alguien tan lejos no podía volver atrás, así que le preguntó- Entonces es por el tema de Tutoria que a dicho el profesor?...si no quieres contestar no pasa nada...pero quiero ser tu amigo, y estoy preocupado.

Nunca había recibido unas palabras con tanta ternura, y tenia que admitir-lo ya no podía soportar todo el pesó, de lo que había pasado en su vida y algo muy profundo en su interior, le decía que era de confianza y que no iba a ser traicionado, como tantas veces le había pasado.

Cuándo tenia 6 años mis padres se divorciaron...mi padre se largó a otro país, y no lo he visto nunca más, y mi madre se junto con otro hombre del cual prefiero no acordarme,- Rikimaru observó como al pronunciar esa palabra “hombre”, los manos de Dan se convertían en puños- desde siempre mi madre, a sido muy protectora pero cuándo empece a ver, como todos aquellas personas de mi clase llegaban con sus amigos a la escuela, y se contaban las cosas divertidas que habían hecho por las tardes, no podía evitar sentir envidia, muchas veces intenté quedar con la gente, me invitaban a cumpleaños, a jugar en la casa de alguien, pero nunca me dejaron salir, ni entablar amistad alguna,...empece a sentirme solo, pero aún podía conservar los ánimos con alguna serie de TV, o haciendo mi deporte favorito, el cual aún sigo haciendo, que son las artes marciales, pero al parecer el mundo no estaba satisfecho, de haberme jodido suficientemente, y mi padrastro empezó a coger confianzas y sentir-se el dueño y sumo-monarca de la familia, y empezó a pegarme muchas veces sin motivo y otras por equivocación por no haber preguntado por el responsable de un problema que surgía, se lo intentaba contar a mi madre muchas veces, pero ella nunca hacia casó- las lagrimas volvían a surgir en los parpados de Dan, y sentía como aquella pena se apoderaba de él, hasta que le llego a faltar el aire para poder acabar de hablar e intentaba con todas sus fuerzas que las lagrimas, no se le cayeran- ya no podía aguantar todo lo que me sucedía, eran tantas cosas, que no sabia que hacer, solo quería cariño...amistad, algo de calor...durante muchos años, pude soportar todo aquello, hasta que ya no podía resistir aquella situación, y como consecuencia hice cosas, que me llevaron a tener una enfermedad- Rikimaru veía como las lagrimas caían rápidamente por las mejillas de su compañero formando aquella cascada que él muchas veces había hecho brotar en sus propias mejillas,...sabia que no le resultaría fácil animar a su compañero de problemas tan serios como estos, ya que el pasaba por cosas similares, así que soló se limito a poner su mano sobre el hombro de su compañero.

Y en cuánto mi familia supo de mi enfermedad, pues ya me dirás...mi padrastro me dijo que era malo para las personas,...que sólo causaría molestias a los demás...supongo que se divierte amargándome la vida- esta vez Dan miraba a Rikimaru, con vergüenza y tristeza, desde siempre había llorado solo en su habitación, y estar llorando delante de ese chico al cual había conocido ese mismo día le parecía raro, de pronto se quedó mirando-lo, y sentía como unas ganas de atrapar-lo en sus brazos, y no dejar-lo marchar se apoderaban de él...quería sentir el calor de esa persona, una felicidad emergía en su interior...sin duda había pasado mucho tiempo desde que no sentía algo así por nadie ni nada.

Una enfermedad?- le preguntó Rikimaru...de pronto aquella felicidad que Dan sentía, desapareció, era cierto por mucho que sintiera algo por Rikimaru, no podía estar con él...aquella enfermedad, separaba sus destinos, y dejando de llorar, y con una cara seria, Dan le contestó- son cosas del pasado- y seguidamente añadió unas cuantas palabras mas, con desesperó- ¡ pero no te asustes, no es contagiosa por el aire !

Jajajaja- de pronto Rikimaru había empezado a reír, Dan que no entendía que le hacia tanta gracia se lo preguntó- de que te ríes?- y el otro chico contestó con una sonrisa- sobre lo que me has dicho de que no me asustará, tranquilo no me dan miedo esas cosas- de pronto Dan le contestó con pesimismo- ojala yo hubiera sido tan valiente como lo eres tu, o cualquier otra persona para afrontar los problemas...ya solo tengo ganas de morir-me.

Rikimaru al oír aquellas ultimas palabras que habían salido de la boca de su compañero, tuvo como resultado que se enfadara, y le volviera a gritar- ¡¡¡ Bakaaaaaaa !!!-Dan se lo miró con sorpresa- ¡¡¡ No digas esas tonterías !!!,- se calmó, y se arrepintió de haber-le gritado otra vez, pero...¡ es que no soportaba, la idea de perder a la única persona que ahora le importaba de este mundo, le había cogido mucho cariño, y el único que le había hecho sonreír otra vez...le daba absolutamente lo mismo si solo lo había acabado de conocer ese mismo día...ahora era muy importante para él, y lo quería proteger !- ademas no digas que soy valiente, yo también he sido un cobarde...sobre todo en dos ocasiones.

Definitivamente, no sabia porque, pero Dan estaba muy feliz al comprobar que alguien se preocupaba tanto por él. De pronto, observó cómo Rikimaru, le extendía su brazo derecho, y al levantar-se la manga larga,...Dan quedó conmocionado con lo que sus ojos estaban viendo...una enorme cicatriz rodeaba la muñeca, de Rikimaru- y también aquí- se levantó la camisa blanca, y otra cicatriz vertical, en medio del estomago.

Porque lo hiciste?- pregunto preocupado

Por lo mismo que tú, bueno tu lo resolviste a tu manera, y yo intentando acabar con mi propia vida,- los dos se estaban mirando a la cara, y Rikimaru pudo observar, como la expresión del otro chico, cambio de tristeza, a preocupación y enfado, pero al ver que no decía nada, siguió con la charla- a los 8 años intenté cortarme las venas, y a los 16 me acuchillé en el estomago...solo quería morir-me, y la verdad es que estaba tan liado con todo que al ver como vivía pues supongo, que quería castigarme por ser tan estúpido...la verdad es que ahora suena ridículo.

Por eso tampoco comes?...es que hoy no has comido nada, y la barriga...pues el ruido que hacia en las tres primeras horas no era de ayunar de un solo día- le dijo con interés, nunca se habría imaginado que había alguien que estaba en su misma situación,...estaba feliz de haber-lo conocido.

Sí, tampoco suelo comer mucho,...pero sabes que he aprendido hoy?, que por mucho que mi vida haya sido de lo peor, fui un completo estúpido en querer acabar con mi vida, ahora mismo doy las gracias de seguir con vida si nos no te hubiera conocido.

Yo también estoy muy feliz de haber-te conocido,...pero hay algo que quiero preguntarte es que me pica la curiosidad.

Tu dirás- le contestó Rikimaru con una sonrisa.

Que significa baka?- le preguntó con una expresión de curiosidad.

Jajajaja- Rikimaru no podía parar de reír por esa pregunta, pero también estaba feliz, de ver que en la cara de Dan, ya no había ningún rastro de tristeza- veras baka es una palabra japonesa que significa tonto, pero te lo he dicho en japones porque me parece una manera cariñosa de decírtelo.

Cariño- repitió Dan de manera inconsciente, sin duda esa palabra se le había quedado grabada en la memoria, y sin duda le había llegado al corazón.- Entonces no eres estúpido, por haberte querido matar dos veces y sufrir de hambre...lo que si eres es un autentico y el mas grande baka, que hay en este mundo.

I sin que Dan se diera cuenta, y por sorpresa de Rikimaru, inconscientemente se lanzó hacia esté, y lo abrazó fuertemente, Rikimaru respondió de la misma manera, pero aún con mas fuerza que la de su compañero.
Gracias...eres un gran compañero- susurró Dan en la oreja, de su compañero con voz temblorosa, cómo si estuviera a punto de volver a llorar.

No tienes porque dármelas...baka- terminando aquella palabra con una sonrisa.

Justo cuándo la cosa estaba calmada, Rikimaru notó cómo a Dan le pasaba algo, esté empezó a toser a los hombros de Rikimaru, y al llevar-se las manos a la boca, un líquido rojo como el rubí en poca cantidad teñía sus manos.

Dan rápidamente se separó de Rikimaru tapándose la boca con la mano izquierda, y le dijo- ¡ lo siento, debo marcharme !- para Rikimaru todo esta escena había pasado demasiado rápido, pero en cuanto quiso abrir la boca para detener a Dan, este ya se había ido corriendo.

Su mente aún estaba trabajando a toda velocidad para entender que había pasado, y inconscientemente puso su mano encima del hombro al que había estado apoyado hace unos instantes ese amigo...tan especial que había conocido el mismo día. Algo...una especie de liquido había hecho que su camisa estuviera húmeda, para su sorpresa fue cuándo se miro la mano, esta había cogido un color rojizo...seguidamente con los ojos se miro como pudo aquella mancha roja, que había teñido su ropa.

( ¡¡¡ Sangre !!! )- aquella palabra pasó por su mente, y una enorme preocupación entró en su cuerpo y haciendo que se reflejara en su cara, igual que también un montón de preguntas...pero ese lugar no era el adecuado para pensar en todo aquello, y volver a la clase, no creía que fuera muy buena idea, con esa mancha de sangre en su camisa blanca, ademas seguro que el profesor ya había llamado a su familia de que se había ido de clase...así que Rikimaru salió del instituto y se largó a su casa...le iban a castigar o le iban a pegar, pero haber conocido a Dan, y haber podido abrazarlo le había dado mucha fuerza de moral, y estaba muy feliz...se veía capaz de aguantar cualquier cosa.

Cuándo llegó a su casa, solo fue abrir la puerta de la entrada como su padrastro, lo cogió por el cuello y lo arrincono contra la puerta.

¡¡ La profesora a llamado de que te has ido de la clase !!...que has hecho todo este tiempo?!!...CONTESTA!!!

Tu...n-no eres mi pa-padre...así que jo-dete – le dijo Rikimaru, con dificultades para hablar, de lo fuerte que lo estrangulaban aquellas manos.
Que no soy tu padre?, es verdad...porque el tuyo...¡ esta muerto !- le dijo en la oreja derecha con una sonrisa.

Esas palabras hicieron que a Rikimaru se le empezaran a escapar unas lagrimas, lo cual odiaba que esa maldita persona de delante de él, viera como le afectaban aquellas palabras, estrecho sus dientes con fuerza, y sin previo aviso, golpeo con un buen puñetazo derecho a su padrastro, él cuál esté soltó a Rikimaru por unos instantes...pero rápidamente lo volvió a coger por el cuello, y le devolvió el golpe con un rodillazo en la pierna derecha. Rikimaru cayó al suelo llorando de dolor, y el hombre satisfecho de ver aquella escena lo miró con una sonrisa burlona,...una gran rabia se apoderaba de Rikimaru, tenia ganas de matar a aquel maldito ser vivo, pero el dolor de la pierna le dolía mucho como para moverse del suelo.

Al cabo de unos treinta segundos, la madre de Rikimaru entró por la puerta con una gran sonrisa, pero al ver a su hijo tirado al suelo llorando, su expresión cambio totalmente como el día y la noche...seguidamente se puso de rodillas al lado de su hijo, y le preguntó- que te a pasado?- pero antes de que Rikimaru pudiera decir algo, el otro sujeto interfirió contestando a la pregunta- A llegado a casa, y cuándo he salido a ver quien era he oído como si algo hubiera caído, se a debido de tropezar con el escalón- señalando un peldaño que había a un metro después de la entrada.

Rikimaru al oír esa grotesca mentira que no le había impresionado en absoluto ya que estaba acostumbrado, no pudo evitar que aquella cólera que hasta entonces estaba intentando que no saliera a la luz, de pronto empezó a florecer al exterior.

¡¡¡ Eres un maldito mentiroso !!!- levantándose y dirigiéndose hacia él tan rápido como su pierna dolorida le permitía...pero antes de que las manos de Rikimaru pudieran coger al detonante de su rabia...la madre de Rikimaru se puso en medio de los dos.

¡ Ya basta Rikimaru !, ¡ Tranquilizate !- y cuándo fue a agarrarlo, sus ojos captaron una cosa que hizo que se preocupara aún mas- ¡ que es esta mancha de sangre?!, ¡ te has peleado?!

Aquellas preguntas sorprendieron al chico, no sabia que responder...no tenia intención de desvelar nada sobre aquel chico que había conocido llamado Dan, y tampoco podía decir que aquella sangre era suya ya que no tenia ninguna herida...y por si ya no estuviera suficientemente liado su padrastro, había vuelto a abrir su maldita boca.

8 de septiembre de 2011

Noche de San Juan



Y después de mirar por la ventana, me di cuenta de que el cielo nocturno se había teñido de rojo, hacía una brisa agradable que entraba por la ventana de mi habitación. Aquella noche, me di cuenta de que siempre, la misma noche, me gustaba salir al balcón o mirar hacia el cielo y sentirme inundada por un paisaje ciertamente diferente al de las demás noches.

Pero… Por primera vez en algún tiempo el cielo de aquella noche estaba nublado, posiblemente haría frío después de estar un rato en la calle, y la gente se estaría amontonando alrededor de aquellas figuras con ganas de fiesta, agua, fuego y mucho ruido… Pero aquella noche siempre era muy diferente para mí.

Desde hace tiempo sé que no me gusta salir mucho de fiesta, desde que tengo memoria el ruido que dura unos segundos provocado por los niños y el que da inicio a esas grandes hogueras que dicen adiós a mucho esfuerzo, a cosas malas del pasado… No me gusta.

Pero esta noche, hasta cielo aclama a esas llamas fuertes y vivas que darán comienzo al verano, y a una nueva vida para muchos. Las nubes le dan a la inmensidad de la noche el mismo color que tiene el fuego…
El fuego quemará aquello que no queremos volver a ver, las cosas malas y por aquellas cosas que hemos sufrido, ayudándonos a acabar con los malos recuerdos.

Las llamas que queman y se deshacen de todo y el agua, que contrasta tanto con esas llamas, apagará el fuego y ayudará a las personas que ven ese espectáculo a no pasar calor. Los gritos que claman que sean mojados, en eso consiste la fiesta en olvidar y ser nuevos, como una cosecha que se ha quemado o se ha infectado… No importa, con paciencia las flores, la cosecha, puede volver a crecer; todo puede renacer.

La noche en la que la gente quema esos recuerdos fue la noche en la que yo nací. Ese cielo rojo es hoy el que me llama, todos los años, a que lo miré, a que vea qué estrellas han cambiado, cuales quedan y cuales llegarán. Esas estrellas que acompañan la noche sea cual sea, pero siempre diferentes. Esas estrellas que no se ven pero se saben que están ahí mirando y velando como siempre que la luna no esté sola.

Pronto todo se teñirá de rojo, de naranja, de calor. Las llamas serán las culpables de la consumición del tiempo, del calor entre los asistentes, de la demanda de agua… Todo eso provocado por el hombre, para olvidar lo que hace daño, para dar la bienvenida a los dioses de la fertilidad, al renacimiento de un nuevo dios; del sol.

¿Por qué nací este día…? ¿Es sólo a mí a la que le afecta de esta manera la Noche de San Juan? ¿Qué tiene de especial este cielo nublado que parece que ya está ardiendo? Aunque, no importa ciertamente si está nublado o hace mucho calor, llevo varios años mirando al cielo y sonriendo a la luna.

Y si yo pudiera, a ciegas, sin pensar, eliminaría si fuera posible muchas escenas que me atormentan, errores de los que aprendí la lección y siguen ahí, haciéndose de rogar… Tiraría al fuego muchos papeles que ya no quiero volver a mirar, cosas que jamás debí escribir… y algunos papeles en blanco para no escribirlas…

¿Si los dioses renacen en esta noche… yo también renaceré cada año? Odio ser consciente del paso del tiempo, pero me encanta esta noche. El la única que me hace mirar al cielo con ojos inocentes y ver más allá e lo que me muestran mis ojos, de mirar sin ver nada y a la vez todo. De pedirle un deseo a la luna y saber que algo nos une más que a cualquier otra persona.

Los fuegos empiezan a danzar en las calles, la gente inquieta empieza a ver con ilusión como todo empieza a fundirse, sus ojos están reflejando las llamas que tienen delante, el fuego abarca toda la figura, se apodera de ella, la absorbe, la hace suya y se preocupa por abrazarla para que no tenga miedo mientras desaparece…

Cenizas consumidas por el fuego, cenizas es lo único que queda, las cenizas que el fuego ha dejado de aquel amor consumido todos los años en la noche de San Juan. En la noche en que la vida y la muerte, el agua y el fuego conviven eternamente hasta que son desvelados y encontrados por la luz cómplice de un nuevo día.

9 de mayo de 2011

Querido Diario...

Y… esa mirada, aquellos ojos, negros, como la noche, como el cielo sin luna y sin estrellas, como cuando te has perdido… Como, cuando sientes que estás solo…



Aquella mirada me intimidaba más que nada en el mundo y sin embargo… lo amaba demasiado para apartar mis ojos, para cerrarlos, para darme media vuelta e irme… Pero no podía moverme, esos ojos me había paralizado completamente. Estábamos uno enfrente del otro mirándonos… sentía que analizaba todo lo que pensaba, cualquier cosa que pasase por i mente, que cualquier gesto iba a descubrir lo nerviosa que me sentía en aquella situación.


Por un momento, no sé cuanto tiempo pasó exactamente, me dispuse a salir corriendo de allí, escapar de esos ojos, si sin embargo fue un golpe con una mochila de alguien que pasaba por allí lo que hizo que acabara abrazada a su regazo… Él me agarró firmemente para evitar que me cayera, oí como su corazón latía tranquilo, como si no estuviera pasando nada, y notaba como el mío por el contrario parecía que iba a explotar. Y sin embargo estaba allí, me giré para ver quien me había empujado, estaba disculpándose, lo miré con una sonrisa, y se fue…


-¿Estás bien?- su voz era aún más impactante y atrayente que sus ojos, una voz suave, pero grave… melodiosa y a la vez amenazante. 


-Sí…- dije tímidamente. Me giré de nuevo hacia él y antes de mirarlo a los ojos, cogí bien fuerte mi cartera y me fui…


-¿Ya te vas? Tenemos que hacer el trabajo de literatura, es más… Aún queda una clase…
Me detuve en seco… iba a irme, pero no iba a irme son terminar las clases, sin embargo la clase estaba en sentido contrario a dónde iba. Estaba confusa, no era una situación normal, ese chico tenía un poder sobre humano para mí, sus ojos… esas ojos no me los sacaba de la cabeza desde el primer día…


-¿Vamos a clase?- me preguntó. Sabía que tenía esa sonrisa en la cara, sólo por la manera en que mencionó esa pregunta, estaba sonriendo… Otra vez aquella voz me había controlado, había hecho que me parara en seco, que me replantease a dónde iba… Y ahora… él sabía que cómo otras veces le acompañaría a la clase y nos sentaríamos juntos. Me giré cabizbajo reteniendo mis lágrimas de impotencia, y nos pusimos camino a clase.


Lo amaba con toda mi alma.


Cuando llegamos a clase, nos sentamos por el final, como siempre, aquella clase era muy interesante y había bastante gente, incluso en la última fila se escuchaba bien al profesor para coger apuntes. Como siempre ambos prestábamos atención, como siempre, las chicas de clase se acercaban en el descanso para preguntarle alguna tontería, como siempre al final de la clase él se quedaba hablando con aquellas chicas mientras yo me despedía son respuesta y me alejaba hacia la salida para volver a casa.


Mientras estaba pensando en por qué no se daba cuenta que aquellas chocas sólo querían presumir de que habían hablado con él y ser más populares, oí mi nombre en una voz familiar, tardé unos segundos en tras oír por segunda vez mi nombre girarme hacia la voz y ver a una vieja amiga.


Estuvimos hablando durante algunos minutos, ella se marchó con un compañero y o retomé mi rumbo hacia el autobús para volver… Después… pensé que yo era más estúpida todavía por pensar esas cosas… A mí no me debería importar si le hacían daño, no debía importarme que fuera popular… Pero me odiaba por que sabía que sí me importaba que le hicieran daño, era el chico de intercambio, se iría al terminar el curso. ¿Por qué él? ¿Por qué alguien que viene de otra parte del mundo…? ¿Por qué era yo la que se tenía que encargar de que todo fuera bien…? 


-Maldita sea…- di media vuelta, acelerado el ritmo de dirigí de nuevo a clase, lo encontré a mitad del segundo piso. Crucé la mirada de nuevo con aquellos ojos, noté como me enrojecía cuando el me nombró preguntándome que hacía allí.


Aparté la mirada, lo único que pude decir fue un “Vamos” que sonó más a culpabilidad que a orden. Sé que sonrió de nuevo y continuó bajando las escaleras tras de mí, llegamos a la parada del bus y ambos llegamos a mi casa.


-¿Por qué has vuelto a por mí? Normalmente me esperas en la parada…- 


¿Por qué demonios tenía que aparecer por la espalda dándome un susto de muerte, haciendo que casi me atragante con la comida y, para colmo, hablarme tan cerca del oído? Me puso muy nerviosa, Volvía sonrojarme, y no se conformó con eso, se sentó a mi lado y no se movió hasta que le dije una respuesta. Tenía la sensación que conocía el efecto de sus ojos en mí… 


Como lo odiaba…


-Eres el chico de intercambio… Estas a nuestro cargo… dentro de la universidad…- No sabía como seguir.- esto… ya sabes… y no quiero… No pedo dejar que te pierd…- Maldita sea, estaba totalmente roja, sentía que cualquier cosa que le dijera acabaría delatándome.


-¿Acaso… no quieres que vaya con las demás chicas de clase?- preguntó


-Las de más chicas de clase solo te quieren para ser populares… parece mentira que tengan 20 años…


-No me gustan las mujeres mayores que yo…


-¿Y eso a qué viene?- dime mientras terminaba el plato y lo ponía en el lavavajillas.


Cuando lo miré de nuevo… hundiéndome en aquellos ojos, adentrándome en una cueva sin salida dónde, por descontado, iba a perderme, sin rumbo, perdida en sus ojos… Lo único que consiguió sacarme de aquel éxtasis en el que me hallaba fue el que se acercara tanto a mí mientras yo totalmente sorprendida me vi encerrada entre la nevera y sus cuerpo mientras me besaba.