3 de julio de 2012

( Recuerdáme - La Quinta Estación )



Celosía





- Te amo Sara – recordando aquellas palabras que le había dicho la noche anterior a su chica de pelo castaño, unos bellos ojos marrones y suave piel morena, mientras la besaba como si no existiera un mañana y solo tuvieran esa noche para amarse.

- Ey, en que piensas – gritando su nombre y poniéndole la mano delante de los ojos para traerlo de vuelta al mundo real o almeno en el bar en que se encontraban.

- Ah...perdona, estaba pensando en Sara – le dijo contento.

Recuérdame cuando duermes y adivino lo que sueñas,
cuando lejos de nuestra cama es a mí en quien piensas.
Recuérdame.

- A vuelto a salir con sus amigos? - le preguntó con interés.

- Por desgracia si – dijo triste y preocupado.

- Porque te pones así? - le preguntó su compañero.

- Es que sus amigos solo se emborrachan y la tocan donde no deben – dijo con tono serio – odio eso y no lo soportó – estrechando los puños.

- Los celos son malos compañeros en una relación – le dijo preocupado al ver el estado en que se encontraba.

- Oye, no necesito que me des sermones – le dijo molesto a su compañero – cuando tengas novia lo sabrás, y ahora me marcho...ya es tarde – mirando el reloj que apuntaba a las 23:00.

Se despidió de su amigo y se marchó a casa, al ver que su chica aún no había llegado decidió esperarla, pero...cuantas más horas pasaban más cabreado estaba y preocupado de que los amigos de ella la hubieran manoseado, eso lo hacía enfurecer más.

A las 2:00 de la noche, la puerta del piso se abrió y entró Sara, su cara fue de sorpresa al ver a su chico de pelo negro, ojos azules y cuerpo bastante atlético con una cara de pocos amigos.

- Vaya cariño, aún estas despierto y a que viene esa cara? - le dijo preocupada mientras se acercaba para besarle.

- Que, que pasa? - le dijo separando-la de él – que horas son estas de llegar? - le preguntó con tono serio.

- No te enfades, pero he tenido que acompañar a un amigo porque bebió demasiado – le dijo tranquila y preocupada a que venia ese enfado tan de repente – ya sabes como son, no es la primera vez que salgo con ellos.

- Eso es lo que me cabrea, no son más que unos malditos alcohólicos, hasta ahora he aguantado pero ya no soportó ver como te besan, te tocan y dicen guarradas como
<< que buena que estas chavala >> - le dijo ya con un tono bastante alto y de enfado.

- Oye, son mis amigos y los respetas – le dijo enfadada – acaso he juzgado a tus amigos alguna vez?

- Mis amigos?!, los únicos de los que te tienes que preocupar es de los tuyos, los que te tratan como un objeto de deseo, un juguete y tu riéndote como una inútil – parando en seco al pronunciar esa última palabra y observa la cara de tristeza de su novia.

- No me puedo creer lo que has dicho – le dijo con voz temblorosa – me insultaste por unas bromas que me hacen mis compañeros – le dijo llorando – eres un estúpido celoso – abriendo la puerta de la casa y saliendo de un portazo.

Recuérdame cuando parta y no regrese a nuestra casa,
cuando el frío y la tristeza se funden y te abrazan.
Recuérdame.

- Maldita sea ! - dijo golpeando con rabia la puerta por donde había salido su chica - ( Cómo hemos podido llegar a esto? ) - pensó con la cabeza apoyada en la puerta y sentado al suelo, mientras recordaba otra vez la noche anterior cunado hacían el amor tan apasionadamente y habían despertado esta mañana tan felices.
Recuérdame cuando mires a los ojos del pasado,
cuando ya no amanezca en tus brazos,
y que seas invisible para mí, para mí.


- Sara, donde estas? - le dijo por el móvil preocupado.


 - Me voy a casa de mis padres, necesito estar sola esta semana y pensar en lo que a pasado – le dijo con voz apenada y con lagrimas en los ojos.

- Has cogido el coche? - le preguntó sorprendido – Sara regresa, por favor lo siento, no quería decirte eso – le dijo preocupado.

- Me llamaste inútil...y todo por celos a mis amigos – mientras se secaba las lagrimas con una manga ya que le impedían ver bien la carretera.

- Sara... - le dijo con un tono de suplica.

- Lo siento, tengo que colgar – cortando en seco a su novio y lanzando el móvil por los asientos traseros.

Su cabeza no podía dejar de pensar una y otra vez en lo ocurrido y en la pelea que habían tenido, las lagrimas no dejaban de brotar de sus ojos mientras que ella no paraba de secarse-las con la manga que ya estaba empapada, de pronto...los focos del coche iluminaron un grande animal en medio del carril, al cual ella no tuvo tiempo de identificar dando un volantazo y saliendo de la carretera haciendo diez vueltas de campana.


Recuérdame amándote,
mirándote a los ojos,
atándome a tu vida,
recuérdame amándote,
esperándote tranquila,
sin rencor sin medida,
recuérdame recuérdame,
que mi alma fue tatuada en tu piel.

 
Carlos no había podido dormir nada, todo lo sucedido con su novia le preocupaba y se odiaba por haberle dicho eso, y se prometió que nunca volvería que los celos los separasen, quería recompensarla.


Recuérdame cuando sientas que tu alma está inquieta,
si el deseo y tu alma no me calientan,
Recuérdame.

- Si? - dijo una voz de mujer mayor.

- Soy yo, Carlos – le dijo nervioso y preocupado con la saliva al cuello – me preguntaba si se podía poner Sara.

- Sara? - repitió en un tono dudoso – ella no esta aquí, no esta contigo?, paso algo? - le dijo con tono de preocupación.

- Vera señora Lucia, ayer su hija y yo tuvimos una discusión y ella dijo que se marchaba con ustedes, me gustaría pedirle perdón – dijo tristemente y asustado al oír que Sara no se encontraba en su casa.

De pronto el timbre de la puerta se hizo escuchar en la casa.

- Espere señora Lucia, sonó el timbre a lo mejor es ella – abriendo la puerta con el móvil aún en la oreja y deseando que Sara estuviera detrás de ella, pero su cara cambio a sorpresa cuando vio a dos policías.

- Es usted dueño del coche de esta matricula – enseñándole la matricula escrita en un cuaderno.

- Si, es mi coche – dijo con voz temblorosa y el corazón que se le había acelerado por momentos.

- Conoce usted a una chica llamada Sara? - le dijo con cara seria el segundo policía.

- Si, es mi chica...que pasa? - dijo preocupado, cuando de repente su cerebro empezaba a encajar todo ese puzzle y le enseñaba una respuesta que se negaba a que fuera cierta – esta bien?!; le a pasado algo?! - dijo apresurado para afirmar que ese presentimiento no tenia razón de ser.

De pronto una voz que procedía del teléfono se hizo escuchar en la oreja de Carlos y por el silencio que se había impuesto en la casa, también lo pudieron escuchar los dos policías.

- ¡ Carlos !, he oído el nombre de Sara?!; he oído policías?!; que esta pasando Carlos?! - dijo la voz alterada de Lucia, éste paralizado del miedo al ver las caras serias de los policías que ahora habían cambiado a tristeza, se digno solo a pulsar el botón del altavoz del móvil.

- Es la madre de Sara? - preguntó el primer policía con voz afligida, lo cual Carlos contestó solo con un movimiento afirmativo de cabeza.

- Sí, soy la madre de Sara – dijo Lucia al escuchar la pregunta por el móvil – que pasa con mi hija?! - preguntó alterada.

- Sara sufrió un grave accidente al salir de la carretera, el coche quedo destrozado y ella...lamentablemente falleció en el acto, lo sentimos mucho – les dijo lo mas tiernamente y suave posible.

Carlos cayó de rodillas al suelo con las lagrimas que le brotaban y conmocionado por la noticia, mientras que la voz de Lucia se escuchaba por el móvil llorando con mucha angustia y repitiendo una y otra vez
<< no es posible >>, un policía inmediatamente ayudo a Carlos para ponerlo de pie y llevárselo al hospital, mientras que el otro policía le decía a Lucia que no se moviera y le diese la dirección de su casa y una patrulla los iría a buscar para llevarlos con su hija, ya que les pedía que no cogieran el coche en ese estado.


Recuérdame
cuando mires a los ojos del pasado,
cuando ya no amanezca en tus brazos
y que seas invisible para mí, para mí.

En el hospital les dijeron que identificaran el cuerpo, cuando Lucia, esposo y Carlos entraron y el médico destapo el cadáver, Lucia se hecho a los brazos de su marido llorando desconsoladamente, mientras su marido intentaba no derrumbarse por su mujer.

En cambio Carlos al ver el cuerpo de Sara, todo él se derrumbo en un mar de lagrimas, el dolor que sentía no podía ser más profundo.

- Despierta Sara -le dijo apoyando su cabeza a la de su novia muerta y empapando el rostro de ella con sus lagrimas – despierta...despierta – cuanto más repetía esa palabra más consciente era de que no sería así y más se desangraba su alma, su corazón no podía sufrir ya más.

- Apártese señor, tengo que llevármela – le dijo el médico, poniendo una mano en su hombro.

- ¡ No me toques ! - le dijo furioso sin apartar la mirada de la cara de su chica - ¡ Despierta Sara ! -gritando todo lo que podía para que su chica abriera los ojos de aquel sueño profundo – te amo...te amo – arrodillándose a la camilla y cogiendo una de sus frías manos, agarrándola con fuerza.

Dos médicos entraron en la sala y cogieron por los brazos a Carlos, para que soltara a su amada.

- Que hacéis?!, no me toquéis – dijo cabreado y intentando soltarse de aquellos cuatro brazos - ¡ Sara !...¡ Sara ! - los gritos de Carlos se oían en gran parte del hospital, aquellos gritos no conseguían consolarle, toda su vida como conocía ahora sólo quedaban cenizas, su vida se había vuelto vaciá, sin sentido y con una gran soledad en su alma – ¡ Te amo !, ¡ por favor vuelve !

- Anestesiadle – les ordeno a sus ayudantes al ver que ya no podían contener la enorme fuerza de Carlos, en el intento de separarlo de ella.

Uno de los médicos saco una inyección de su bolsillo, la cual introdujo al cuello de Carlos, éste empezó a notar como su cuerpo se se adormecía y no respondía a su fuerza y sus parpados empezaron a pesarle.

- Sara – esa fue la última palabra que pronunciaron sus labios antes de caer dormido entre los brazos de los médicos.

Recuérdame amándote,
mirándote a los ojos,
atándome a tu vida,
recuérdame amándote,
esperándome tranquila
sin rencores sin medidas,
recuérdame, recuérdame
que mi alma está tatuada en tu piel.

- Ella no hubiera querido que estuvieras así – le dijo el padre de Sara a Carlos el que contemplaba con tristeza la tumba de su chica.

- Fue culpa mía – dijo entre lagrimas – si no nos hubiéramos...peleado, esto no habría pasado.

- Ella...te seguía queriendo...estoy segura – le dijo Lucia con un dolor y desconsuelo enorme en su interior – recuerda los buenos momentos que pasaste con ella – volviéndose a arrimar en el hombro de su marido.

- Nosotros nos vamos, empezará a llover...luego vente a casa con nosotros, ahora te dejaremos a solas con ella – le dijo triste, pero agradecido de que almeno su hija fuera tan querida por alguien.
Carlos se derrumbo de rodillas a su tumba y agachando su cabeza en la fría piedra donde se hallaba su chica pálida y dormida por toda la eternidad.

- Lo siento...tanto – arañando con las uñas la piedra por el sentimiento de odio que sentía hacia él – que va a ser de mi ahora?...te quiero cariño, fuiste lo mejor que me paso en la vida – aquel dolor era muy grande para su cuerpo tan pequeño, de pronto la lluvia hizo presencia, ese frió que ahora recorría por todo su cuerpo era algo muy alentador, era la misma sensación que tocarla a ella en el hospital, solo quería imaginar que era ella el que lo abrazaba, aunque era consciente de que todo eso no era real, ya no tenia nada que perder.

- Sara – acostándose al suelo con la cabeza encima de la lapida – te amo – cerrando los ojos para dormir por ultima vez a su lado.


Recuérdame amándote,
mirándote a los ojos,
atándome a tu vida,
recuérdame.
Recuérdame que mi alma fue tatuada en tu piel.

3 comentarios:

  1. Un par de cosillas, recuerda poner los signos de puntuación y los guiones de dialogo tanto al principio como al final y que los artículos no se separan por guión, "anestesiadle" aunque te salga como mal escrito está bien xD.

    Por lo demás es una historia bastante trágica .__. pero es muy bonita y has sabido darle un buen uso e interpretación a la letra ^^
    Enhorabuena!

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  2. Jajajaja...no se porque me da la risa pero...te juro que odio y diez mil veces odio las faltas de puntuación, y aún que el pc me hace dudar y yo con mi mania de que si el pc pone mal es que esta mal XDDDD

    Lo de "anestesiadle", es como tu has dicho, me puso rojo y lo cambie aún estando al 90% seguro de que yo le tenia bien, pero al final la duda me hizo cambiar. Intentare corregirla el fin de semana.

    I como no, mil gracias por tu avaluación sobre la historia...tanto en lo bueno y lo malo, justo como me gusta que me critiquen. Aprendo mucho de ti, aunque como lo haces para preparar digamos la historia contra todos estos fallos?...lo digo por si se te pasa de largo...no se si me explico, si no me puedo fiar del ordenador, de quien me fio? ^^

    En todo caso, mil gracias por la buena critica de la historia, eso me da muchos animos y bueno que sepas que ahora empecé a leer una historia tuya sobre unas chicas y un baño...parece interesante...jajajaja ^^

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    1. Suelen ser las desactualizaciones del word y poco se puede hacer, a veces hay que fiarse del instinto o bien de la página de la RAE ^^

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