26 de febrero de 2013

Compañeros de Vestuario 2ª Parte de 2 ( Final )




- Vamos a algo más excitante – le dijo, con una sonrisa pícara al ver las sonrojadas mejillas del chico, mientras que con una mano empezó a masajear perversamente encima del pantalón, la entrepierna de Terumi y dándole a entender lo que se proponía.

- No...no hagas...aammm...¡¡aaagh!!...no hagas eso – Terumi, le suplicaba entre orgasmos y entrecortado, mientras agarraba con fuerza el pelo corto e igual de rubio de su compañero, haciéndole salir un sonido breve de dolor por la fuerza con que lo hacía.

En cambio Goenji sin hacer caso a las palabras de su compañero, y escuchando aquella melodía de respiraciones y suplicas del que había hecho prisionero. Seguidamente sin hacer caso le bajo los pantalones, junto a su ropa interior y empezó con sus perversiones, lamiendo y saboreando cada rincón del miembro viril, lo cual cada vez más era la excitación y gemidos de Terumi del placer que invadía su cuerpo - ¡¡detente!!...no...¡¡no sigas!!...¡¡Go...Goenji!!...¡¡voy a correrme!! - mientras el cuerpo de Terumi, estaba concentrado en aquellas caricias placenteras de la lengua de su acosador, haciéndolo llegar al clímax - ¡¡¡me corro!!!...¡¡¡Goenji!!! - dejando sin poder hacer nada el rostro de su compañero lleno de leche.

- ¿Te está gustando? - le dijo con una sonrisa pícara y una mirada que el propio Terumi podía sentir como si le pudiera ver hasta la misma alma - ¿quieres que te lo haga por detrás? - preguntando a su sonrojado chico que recuperaba la respiración, el cual no tenia palabras para expresar lo que había sentido hace apenas unos segundos.

Terumi estaba avergonzado de que aquel chico que le gustaba de tanto tiempo, ahora le preguntara esas cosas de manera tan indecentes. En esos momentos se encontraba en una gran batalla interior, entre su personalidad vergonzosa y la pasional que se moría de ganas por salir.

- Si no me dices que te lo haga, no lo haré – presionando a su compañero perversamente, tocando de nuevo sus partes con una mano.

- S...sí – le contestó con un susurro y apartando la mirada hacia los lavabos donde lo había visto antes tocándose las partes para mear, aunque Goenji lo escuchó perfectamente, prefirió hacer el tonto y seguir con el juego.

- ¿Qué has dicho?; habla más fuerte – levantándose del suelo y poniéndose delante de él, girando de nuevo el rostro hacía él y mirándose ambos a los ojos.

- Si quiero...quiero que me lo hagas...sigue por...favor – sonrojándose por esas palabras y notar como una de las piernas de Goenji se ponía en medio de las suyas, volviendo a perderse en el rostro de su compañero y limpiándoselo con una mano para a continuación besarle, siendo él esta vez el que introduce su lengua en la boca del pelicorto.

- Vamos...date la vuelta...voy a prepararte – le dijo, excitado y resistiendo la tentación de penetrarlo antes de hora, por petición de su tenso y duro pene.

Goenji se volvió a poner de rodillas, mientras su amigo le daba la espalda apoyándose en la pared con las manos, mientras el agua no dejaba de hacer las cosas más resbaladoras, le empezó a lamer el ano y cunado lo tuvo bien lubricado, decidió que era hora de dilatarlo poco a poco, adentrando uno de sus dedos dentro de Terumi y comenzando a jugar, mientras el rubio pelilargo sentía al principio un pequeño dolor, aunque a medida que el agua recorría esa zona, dejaba pasar al deseo y placer.

- ¿Estás preparado? - advirtiendo con esa pregunta de que iba a empezar – voy a entrar, relájate – la primera penetración fue lenta y algo dolorosa, al ser más gruesa que los dedos de Goenji y dilatando más el agujero, esa primera vez lo había dejado sin aire durante unos instantes, hasta que los pulmones se abrieron soltando entre un gruñido de dolor y gemido – tranquilo, se te pasará enseguida – poniendo una mano hacía delante de la cintura y empezando a masturbar a su compañero y así ayudarle a que no estuviera tan tenso.

Después de las primeras embestidas, el dolor desapareció dejando paso al deseo, la lujuria fue creciendo entre ellos haciendo aumentar la velocidad y la fuerza de los golpes, Goenji dejo de pervertir la zona delantera de su amante para agarrarle los brazos hacía atrás, de esa manera tenía un mayor control del cuerpo del pasivo.

Los minutos fueron pasando y los orgasmos y gemidos pasaron al unisono, Terumi que ya había perdido el control completo de sus sentidos, mientras su saliva descendía de su barbilla hasta el cuello, siento esto como prueba de que Terumi estaba totalmente poseído por ese afrodisíaco e intenso placer. Goenji en cambio el placer que sentía, era mucho más placentero de lo que se había imaginado, más que en los días que pasaba encerrado en su habitación, haciendo todo tipo de perversiones a escondidas de sus padres.

Cuanto más embestía en el culo de Terumi, más deseaba que esos momentos fueran eternos, su cuerpo estaba caliente y el agua que recorría a través de sus cuerpos, sólo ayudaba a estimular más sus deseos de lujuria. Al cabo de un tiempo y poder parar de embestir con la poca fuerza de voluntad que le quedaba, pudo cambiar de posición a su querido Terumi, agarrándolo por debajo de las piernas y levantándolo del suelo, mientras lo mantenía apoyado con la espalda a la pared, dejando de ser una penetración frontal para convertirse a una ascendente.

El agua de la ducha junto con la piel erizada de Terumi, sólo le ayudaban a que el contacto con Goenji fuera más placentero. El cuello de Goenji fue atrapado entre los brazos de Terumi, y sus oídos pudieron captar aquella preciosa melodía que Terumi dejaba salir de su boca y que para él, le resultaba una droga perfecta para estar más excitado.

- ¡¡Auuuughhh!!....¡¡aaahhhh!!...¡¡Goenji...no...no pares....aaammm!! - su cuerpo estaba llegando al climax, notaba como si todo su ser fuera estallar al acabar - ¡¡¡Go...Goenji...voy...voy a correrme!!! - mientras se desahogaba de aquella fuerza que no podía contener, arañando a su enérgico camarada por la espalda.

- A...Aguanta...¡¡aahhh!!...un poco más – siguiendo con las embestidas y llegando a la satisfacción total, mientras con una mano le empujaba el pecho hacía la pared y con la otra agarraba su melena, provocando que el agua cayera en el rostro del pelilargo y haciendo fuerza Goenji con su cuerpo, para que no se le cayera el cuerpo de Terumi de encima – ¡¡¡¡ya puedes Terumi!!!!...¡¡¡¡aaaaahhhh!!!! - finalizando los dos al mismo tiempo ese placentero momento, con la esperma de Terumi que los había manchado a los dos de cintura para arriba.

Goenji dejó al suelo al pelilargo, el cual se deslizó con la espalda a la pared, sentándose sin fuerzas al suelo y le siguió su compañero, apoyando su cabeza en el pecho del otro y quedando arrodillado delante de él. Ambos quedaron en esa posición, mientras sus respiraciones volvían a la normalidad y el agua de la ducha apagaba el ardor de sus cuerpos.

- ¿Qué será de nosotros ahora? - le preguntó Terumi – no quiero que me sigas mirando con esa cara llena de enfado – poniendo un tono de voz triste, del cual reaccionó muy rápido su compañero.

- Tranquilo, eso no volverá a pasar – le dijo Goenji, levantando la cabeza y acariciando el rostro del otro con una sonrisa - ¿y sobre nosotros...que es lo que quieres que seamos? - preguntándole con una sonrisa al ver las sonrojadas mejillas de Afuro Terumi.

- No lo se, me gustas Goenji...pero tengo miedo de lo que pueda decir la gente – dijo tristemente y apartando la mirada por la preocupación.

- Ya veo – agarrándolo de la barbilla y volver a tener el rostro de su amor delante los ojos – es normal que tengas miedo, es un amor un tanto especial.

- ¡Pero quiero estar contigo! - dijo rápidamente, por miedo a que se rompiera lo que había empezado de manera tan pasional.

- Lo sé – le dijo, sin poder evitar soltar una risas al ver la desesperación de sus palabras, - sé que te gusto, no has parado de mirarme, incluso hoy cuando estaba en el baño, no has podido resistirte a no mirar, aunque también tengo que decir que yo he hecho lo mismo, solo que más disimuladamente que tú – poniéndose de pie y parando el agua de la ducha, seguidamente ayuda a su compañero Terumi a levantarse del suelo, en ese momento éste resbala y ambos cuerpos vuelven a juntarse haciendo sonrojar a ambos – entonces, hasta que no te decidas, ¿qué te parece si quedamos como compañeros de vestuario? - dibujando una sonrisa pícara en su rostro y agarrando la cintura de Terumi con una mano y con la otra empujando la cabeza de éste hacía él, dándole esta vez un beso delicado, suave – ahora, será mejor que nos vistamos después de limpiarnos – acariciando el lubricante que tenía de Terumi por su pecho – y vayamos al restaurante.

- Sí, será mejor – volviendo su inseguridad dentro de él – seguro que nos preguntan porque hemos tardado tanto, ¿qué les vamos a decir?

- No lo sé – le dijo con una sonrisa – pero ya se nos ocurrirá algo - mientras encendía la ducha de nuevo y miraba detrás suyo a su amante, que encendía otra de las duchas, – es imposible que puedan pensar algo parecido a lo que a pasado – haciendo reír a su compañero y uniéndose él, como si hubieran contado algo muy gracioso.



FIN.

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